martes, 24 de noviembre de 2009
MAGISTRAL INTERPRETACIÓN DE “IBERIA”, DE ALBENIZ, EN EL AUDITORIO MURCIANO
En el Auditorio Regional “Victor Villegas”, organizado por la Asociación Pro música de Murcia, y con el patrocinio de Cajaespaña, tuvo lugar un extraordinario concierto de piano ejecutado magistralmente por el maestro Guillermo González, con ocasión del centenario del fallecimiento del compositor Isaac Albéniz.
El canario Guillermo González, uno de los más destacados especialistas en música española que compatibiliza con la docencia de piano, en su condición de catedrático de piano del Real Conservatorio de Madrid, que goza de una acreditadísima ejecutoria como profesional en España y en el extranjero, donde ha participado en conciertos con las principales orquestas españolas y extranjeras (Orquesta Filarmónica de Estrasburgo, de Dresde, Royal Liverpool Philarmonic Orchestra, Classic Chamber Orchestra of New York, Orquesta de Cámara de Sttutgart, de Escocia, Orquesta Nacional de España, Sinfónica de Madrid, de RTVE, Sinfónica de la Radio de Bratislava, etc.), demostró su gran valía en la ejecución de la Suite Iberia, una de las obras de piano más complejas del repertorio pianístico.
Hemos de dejar constancia del gran dominio de Guillermo González al piano, del ritmo, y la peculiar melodía de la obra de Albéniz –que la presenta con un dinamismo particular-, y que hicieron las delicias del público asistente, que de forma masiva llenaba prácticamente el aforo de la sala Narciso Yepes del Auditorio, entre el que se encontraban, además de los melómanos abonados de “Pro música”, un grupo de estudiantes del conservatorio de Elche, desplazados a Murcia en autobús, para seguir el concierto del que fuera su profesor en dicho centro docente, además de la concurrencia de aficionados a la música clásica en general.
A todos sorprendió la soltura del profesor González, su rotundidad en la ejecución, y sobre todo, las introduciones didácticas que hizo, con carácter previo a cada una de las tres partes en que se dividió el concierto, que pusieron de manifiesto su faceta docente y su faceta de especialista en la materia, que el público agradeció para el mejor seguimiento de las distintas partes de la obra de Albéniz, que no en vano, habida cuenta su complejidad técnica, le posiciona como la principal obra pianística del siglo XX.
La velada musical concluyó con un cálido y prolongado aplauso del público asistente, que puesto en pié, agradecía y valoraba la extraordinaria maestría del concertista, y el reconocimento al esfuerzo físico e intelectual de ejecutar tan trabajosa partitura, absolutamente de memoria durante más de dos horas al piano.
domingo, 22 de noviembre de 2009
EL CLAMOR DEL CAMPO ESPAÑOL
La situación que mantiene actualmente el agro hispano es sumamente grave por las difíciles circunstancias que padece desde hace años, con unos precios de venta que apenas superan a los de sus costes. Generándose la curiosa situación de que los márgenes comerciales de los productos agropecuarios en nuestro país han cogido unas dimjensiones exhorbitantes y por ello injustas. Algo que resulta poco menos que incomprensible al común de los ciudadanos, por cuanto los productos agrarios mantienen unos precios de venta al público varias veces superiores en cantidad a los precios de venta en origen, generando márgenes comerciales de un 300%, 500%, e incluso 1000%. Lo que a todas luces parece injusto para los productores y también para los consumidores.
El campo hispano ha tenido que ajustarse a los tiempos actuales, con las necesidades de mecanización y de control de calidad que demandaba la UE, que hace que los costos en origen aumenten, además del incremento ordinario de costes de productos como el gasoleo agrícola, las semillas, los pesticidas, el agua de riego, jornales, etc. En tanto que los precios de compra de los productos en lonja se han venido manteniendo por el control oligopólico de grandes superficies, que también tienen sus gastos de explotación, pero esto en nada justifica márgenes del 300 y del 500%, con el consiguiente efecto perverso de la subida de precios al consumo en la cesta de la compra, y de la progresiva asfixia económica del sector agrario, cuyos beneficios se han ido reduciendo a niveles que hacen poco aconsejable mantener la actividad.
Por otra parte, la UE con una política agraria común, que acoge gran parte de las competencias agrarias, dejando escaso margen de maniobra a los Estados nacionales, se mueven –como en todo colectivo político que depende del consenso de aunar mayorías- sobre lo que determinan las mayorías naturales de Francia, Alemania e incluso Inglaterra, lo que ha hecho que se nos hayan limitado cuotas productivas en diversas áreas como las lácteas, vinícolas y aceiteras; algo en lo que España tenía una considerable red productiva, que en los últimos años se ha ido mitigando, con las dádivas europeas, que en este caso fueron “pan para entonces y hambre para hoy”. Dando lugar a un progresivo desmantelamiento del importante sector agrario español, que hubiera merecido otra respuesta distinta a la dada por la Nación española. Pues el sector agrario resulta ser un sector clave, y por ello, estratégico de la economía española, si bien se encuentra en retroceso por una mala política de planificación y defensa, ante los intereses mayoritariamente contrarios de los grandes de la UE en materia agraria.
De tal manera, que la situación del campo ibérico es extrema en la actualidad, con una latente ruina económica de la mayoría de sus productores, que pueden llevar al cierre de muchas explotaciones agrarias, como se han venido dando en los últimos años. Siendo así, que un sector económico de importancia se va al traste, justo cuando otros sectores económicos están zozobrando en plena crisis económica (como la construcción, que se ha tomado como motor económico, la pesquería, y parte de la industria tradicional), lo que generará un agravamiento de la crisis económica, como no se intervenga decisivamente en defensa de este sector.
Sin embargo, luego habría de considerarse el tipo de políticas agrarias que pudieran rescatar al campo español de esta trágica situación, bien en forma de ayudas públicas, como se ha hecho con otros sectores productivos, bien en presionar a Bruselas para una política más justa, bien retomando las competencias cedidas a la UE en materia agraria –algo mucho más difícil-, bien promoviendo circuitos de comercialización alternativos a los de las grandes superficies, en forma de cooperativas agrarias no sólo de producción, sino de comercialización y venta, para hacer llegar al consumidor sus productos a precios más asequibles rompiendo desde el mercado el oligopolio de las grandes superficies –algo a lo que las asociaciones de consumidores españolas podrían prestar atención y ayuda, creando, incluso cooperativas de consumo-, y sobre todo generando una legislación más justa que impida estas diferencias enormes en los precios de venta al público.
Lo que desde luego, supone una urgente intervención de los actores públicos en liza (agricultores, ganaderos, comunidades autónomas, gobierno de la nación, asociaciones de consumidores, etc.) para proveer soluciones de emergencia ante una gravísima situación del sector que puede tener gran repercusión económica nacional. En vez de esperar a que Bruselas nos solucione el problema, que no lo hará dado el statu quo de intereses que se mantiene en el ámbito de la UE, donde España pesa relativamente poco.
domingo, 15 de noviembre de 2009
EL CASO JUDICIAL DEL NIÑO OBESO GALLEGO: CASO SOCIAL
El caso de Moisés, el niño gallego de 9 años con obesidad mórbida, que la Fiscalía de Orense pretende retirar de la custodia de sus padres, para facilitarle un mejor seguimiento de una dieta alimenticia, está acamparando las noticias de los últimos días, por cuanto los padres se niegan a entregarlo a las autoridades judiciales, y por ello pueden ser procesados por posible desacato, y enfrentarse a una pena de dos años de cárcel.
Moisés, que tras someterse a un seguimiento médico, ha reducido su peso, y se ha situado en 70 kilos, que según el dictamen de dos médicos le restan gravedad a su situación, y lo que es mejor, le pone en vías de solución de su problema de salud, sin embargo sigue siendo reclamado por la Fiscalía gallega para su entrega a la Xunta de Galicia, con el fin de su ingreso en un centro social de asistencia que le pueda asegurar un crecimiento con una nutrición equilibrada y sana, y evite la situación en la que llegó a estar; pese a que sus padres han tomado medidas poniéndolo en tratamiento con un médico endocrino con el que ha bajado su peso, y según declaraciones públicas del facultativo, puede seguir reduciendo su peso actual, hasta al canzar la ansiada situación de normalidad que le estabilice en su estado de salud.
Si bien, la persistencia de las autoridades en retirarle a los padres la custodia del menor, contra la voluntad de los mismos, está llegando a una situación de gran dramatismo por situarles en posición de posible conculcación delictiva, y sobre todo está generando un particular malestar a una familia, que quiere mantenerse unida con su hijo, cuyos progenitories, salvo otras razones no divulgadas, pueden haber cometido errores en el régimen alimenticio del menor, pero desde luego no son unos delincuentes. Por consiguiente, nos encontramos más bien ante un problema social, que ante un problema penal, de donde las medidas penales que se tratan de activar nos parecen injustas por desproporcionadas; en tanto que las que parecerían pertinentes serían medidas de orden social, que conllevara un seguimiento socio-sanitario del menor, en colaboración con los padres, enseñándoles a estos a unos hábitos alimenticios saludables. De manera que con paciencia, pedagogía social, y seguimiento del caso, naturalmente en sede social, este tema no tendría el alcance dramático que ha conseguido, con unos padres rebelados a la actuación judicial que pugna con ellos en la crianza del menor.
Así casos como el de Moisés, o el del chaval andaluz, al que se le intentó retirar de la custodia de sus padres por haberle propinado un tradicional cachete de corrección, y que se estimó lesivo; en una situación en que los padres tenían discapacidades sensoriales que les hacía aún más vulnerables al problema generado, nos parece que son casos en que a la justicia se le mete en una actuación que posiblemente no le fuera propia, sino más bien a unos ámbitos meramente sociales, en los que encajan mejor, y en los que deben encontrar su adecuada solución.
Tratar de realizar una precipitada actuación judicial parecería lógico cuando cabrían otros recursos públicos más idóneos al problema generado, evitando poner a los padres ante la dificil tesitura del juicio público por malos padres, cuando la deficiencia, la ignorancia, o la propia educación, son las causantes de sus desaciertos, sin que en ellos haya un ánimo antisocial, y mucho menos criminal. Pero sí que padecen la victimización de ser perseguidos por la acción de la justicia, y sobre todo el drama personal y familiar de poder perder la custodia de un hijo, precisamente por no haber sabido o podido responder al estándar público de “buena paternidad”. Algo que sin duda dejará importantes huellas psicológicas tanto en los menores como en sus progenitores, y sobre todo en el ambiente social donde vivan.
domingo, 8 de noviembre de 2009
UN NUEVO PARCHE SOBRE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Recientemente se ha promulgado una nueva ley de reforma de la Administración de Justicia, la Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre, complementaria de la Ley de reforma de la legislación procesal para la implantación de la nueva Oficina judicial, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, que aunque signifique un meritorio intento de reformar nuestra justicia, estimamos que se queda corto, por lo que no dejará de quedar como un nuevo parche sobre la Administración de Justicia, que más que una reforma pide una auténtica refundación.
Pretende la modernización de la Administración de Justicia, que sigue en nuestro país anclada en procedimientos decimonónicos, que la siguen lastrando en una exasperante, ineficaz, e injusta lentitud, de la que el común de los ciudadanos conoce y padece su situación de letargo casi permanente. Siendo así que trata de apoyar la creación de la denominada “Nueva Oficina Judicial” –especie de oficina común de todos los juzgados de una determinada jurisdicción- con el fin de procurar implantar una especie de “cadena administrativa” que por su particular especialización y coordinación dinamice la tramitación de los asuntos en la oficina judicial –como alternativa a la oficina judicial de cada juzgado, a cuyo frente está el Secretario Judicial y el Juez-, separando de esta forma al Órgano Judicial –el Juez que se centraría en el examen, estudio y elaboración de las sentencias y resoluciones de fondo-, de la mera tramitación procesal que estaría encomendada a esa oficina común, y sería regida por los Secretarios Judiciales, de donde se infiere que se generaría una “macrooficina judicial”.
Tal planteamiento, a falta de verlo funcionar en la práctica, se nos antoja un mero “cambio de mobiliario y personal” que dificilmente va a ser el elemento acelerante que se espera alivie el colapso de la oficina judicial, pues la experiencia demuestra que suelen funcionar mejor los grupos de trabajo pequeños que los grandes, por su mejor integración, y mayor facilidad de coordinación. Mientras que lo que nos plantea la reforma va justo en la dirección contraria a lo que la experiencia nos suele demostrar.
Al propio tiempo establece unas cauciones para los recursos, de forma que para recurrir las sentencias, en determinados procedimientos, habrá que depositar la correspondiente fianza (25€ para los recursos de súplica y 50€ para los recursos de apelación), en un intento de evitar la litigiosidad artificiosa, dado que si el recurso se pierde, se perdería igualmente la fianza.
Con todo, siendo estas las líneas generales más relevantes de la reforma legal, consideramos que se queda escasa, por no abordar la auténtica reforma judicial que requiere nuestra justicia, y que pasaría por una reforma a fondo de las leyes procesales, procurando mecanismos de conciliación y mediación, una mayor oralidad de los procedimientos, con mayor inmediación judicial, prescindiendo de los largos procesos escritos que son la auténtica lacra de la tramitación judicial (por la dilación de los plazos del trámite, la generación de legajos interminables con el exceso de trabajo burocrático y desorden del archivo de la oficina, lo que requiere cada vez más personal y más órganos judiciales, que posiblemente no fueran tan necesarios con una apuesta decisiva por la oralidad procesal, de forma análoga a como ocurre en Estados Unidos). No olvidemos que la justicia si es lenta no es justa.
Y esto ya debiéra haberse empezado a considerar en nuestro país, habida cuenta de las numerosas reformas legales sobre la Administración de Justicia pretendidas en los últimos años con unos insatisfactorios resultados, puesto que se mantiene el colapso.
Por otra parte, se echa en falta, en esta reforma –dada la introducción de las fianzas- el replanteamiento de las tasas judiciales, especialmente necesarias en una situación de crisis como la que padecemos. Ya que no parece justo que los gastos de la litigiosidad de la banca y de las empresas, como de cualquier otra persona física o jurídica con rentas altas, sea asumida por el resto de la ciudadanía, y de forma análoga a otros servicios públicos como los universitarios, parece lógico y justo que cada interesado pague las tasas públicas que ayudan a mantener el servicio, sin perjuicio de que las personas con escasos recursos se pudieran acoger al expediente de justicia gratuita.
sábado, 31 de octubre de 2009
LA IMPORTACIÓN DE LA FIESTA DE HALLOWEEN
En nuestra sociedad multicultural, va tomando carta de naturaleza de forma progresiva la celebración de la conocida fiesta celta de Halloween, o fiesta de brujas, que la cultura angloamericana ha exportado, dentro de la colonización cultural que desde la misma se hace por el gran dominio de los medios y técnicas actuales de comunicación, que llevan a considerar en este aspecto también, la concepción del mundo como la “aldea global”, con sus pros y sus contras.
Lo cierto es que en nuestro entorno sociocultural, hace un par de décadas apenas se conocía y menos se celebraba este tipo de festividad –mezcla carnavalesca de pésimo gusto del fenómeno tanatológico-. Pues por estas fechas la tradición cultural hispana nos deparaba –y aún nos depara- la fiesta de todos los santos el día primero de noviembre, instaurada por el Papa Urbano IV para venerar a todos los santos que no tengan fiesta propia en el calendario litúrgico eclesiástico, y que en otras Iglesias (ortodoxa, anglicana, y luterana) se celebran el día de Pentecostés, pero que en la Iglesia Católica en Papa Gregorio IV –a mediados del siglo IX- pasó al 1 de noviembre en compensación con la correlativa tradición céltica del día de Halloween, celebrado el 31 de octubre. Siguiendo a estos acontecimientos la celebración cristiana del día de difuntos el 2 de noviembre, para pedir por las almas de los fallecidos. Festividades religiosas, que tienen su finalidad dentro de la antropología cristiana, que en ningún caso da culto a la muerte, ni celebra de forma anacrónica y masoquista el hecho serio y veraz de la muerte como fin de la vida del ser humano, que poco o nada tiene de celebración, más allá de la esperanza espiritual que se pueda tener en el más allá, amparada en la fe.
Por consiguiente, esta anacrónica fiesta importada, que viene eclipsando especialmente en las jóvenes generaciones el significado de la festividad de todos los santos, y la consiguiente del día de difuntos, no llega si quiera a expresar un sincretismo de ambas festividades pagana y religiosa, sino que supone más bien una incorporación de la fiesta pagana a nuestra sociedad. Lo cual no deja de ser una paradoja si contemplamos el desplazamiento cultural que el hecho de la muerte tiene actualmente en nuestra sociedad.
La actual sociedad moderna, del progreso y la tecnificación, sigue enfrentándose al fatal e inevitable suceso de la muerte. Lo cual tiene su lógica intrínseca, dada la naturaleza caduca y perentoria del hombre, sujeta a contingencias de la enfermedad, de la accidentalidad y de la muerte. Pero sin embargo, a diferencia de nuestros antepasados, el hombre del siglo XXI, se aliena en la dinámica vital con la velocidad que imprime la vida moderna, y da la espalda a este enojoso hecho, que sin embargo se encuentra de forma inexorable a lo largo de su biografía, de forma más o menos próxima, hasta que le toque pasar por su propia muerte. De forma que esto unido al proceso profundo de secularización, ha llevado al hombre moderno a “ubicar la muerte”, de manera que ya los entierros se celebran en los tanatorios, fuera de las ciudades, los difuntos no se llevan a las casas a velarlos, e incluso el moderno proceso de cremación resuelve de forma eficaz la destrucción civilizada del cadáver. Algo que el ser humano no acaba de asumir del todo, estando inmerso en una cosmovisión mecanicista, consumista y material de la vida. Pero ahí está la última realidad.
Por todo ello, parece bastante paradógico por contradictorio, que este hombre moderno que vive de espaldas a la defunción, le de entrada –a modo de mofa festiva- a una fiesta tétrica que rinde culto a una determinada mitificación de la muerte, poco realista, aunque los disfraces sean de expresión patética y soez.
Pero con todo, resulta una muestra más de la importación cultural a la que estamos sometidos en los últimos tiempos, con la consiguiente pérdida de nuestras raíces culturales que nos han legado nuestros antepasados, y que contribuyen a la identidad como pueblo, que de esta forma la iremos perdiendo.
domingo, 25 de octubre de 2009
EL VATICANO ACOGE A LA COMUNION TRADICIONALISTA ANGLICANA
La división de la Iglesia anglicana quedó patente con la autorización, por parte de su máxima jerarquía, de la ordenación sacerdotal de mujeres y de homosexuales, dando lugar a una escisión de su rama conservadora – la Comunión Tradicionalista Anglicana- que ha llamado a las puertas de la Católica Iglesia Romana para su vuelta a la misma.
Roma, por su parte, ha acogido a los anglicanos escindidos con los brazos abiertos, haciendo uso para ello de la fórmula jurídico canóncia de la Prelatura personal que ya se aplicara al Opus Dei, de manera análoga al tratamiento religiososo que se le dio en España a las Fuerzas Armadas, a través del Obispo General Castrense. De forma que por adscripción personal –a diferencia del criterio de incardinación territorial de las Diócesis, a cuyo frente hay un prelado- se genera una estructura paralela regida por un prelado, que en el caso de los conservadores anglicanos, será su máximo jerarca. Estimando en unos quinientos mil el número de fieles que pasarían a la Iglesia Católica.
A esta particularidad de la Prelatura personal, habría que añadirle otra peculiaridad –que funcionaría como norma privada o privilegio- en razón de la situación del clero anglicano que han contraído matrimonio, y que se admitiría dentro del clero de la prelatura, nunca extensible al resto de los sacerdotes católicos –que mantendrían la obligatoriedad del celibato-, condición que se afirma no alcanzaría a las ordenaciones episcopales, pues se evitaría que las mismas recayeran en curas casados.
Todo esto, que puede representar un pequeño paso en la búsqueda de la anhelada unidad de los cristianos –que, dicho sea de paso, resulta ser un deber evangélico-, no deja de ser un paso simbólico, que trae consigo unas peculiaridades, en forma de privilegios, que pronto generarán el consiguiente malestar clerical, especialmente de los sacerdotes casados –que fueron secularizados- y cuyo carácter presbiterial nunca han perdido, habiendo reivindicado de forma permanente su vocación sacerdotal, su disposición al servicio a la Iglesia, y la falta de fundamento teológico del deber célibe.
Pero por otra parte, con la ingeniosa fórmula de la Prelatura personal, nos encontramos con otras consecuencias, no siempre deseadas, en lo que supone de generación de grupos intraeclesiales con una peculiar formación catequética y grupal, que presenta matices, a veces de perspicacia sutil, y que conforman estructuras paralelas intraeclesiales.
Por consiguiente, movimiento de retorno a la Iglesia romana, que representa un pequeño paso en dirección a la unidad de los cristianos, cuyos grandes cismas (de la Iglesia Ortodoxa, y del protestantismo) por protagonismos, disensiones intransigentes, e intereses nacionales, aún muestran públicamente las diferencias dogmáticas y estructurales dentro de una misma fe. Siendo muy oportuno que por parte de todos se siga profundizando con comprensión, generosidad y espíritu fraternal en el movimiento ecuménico, que esperemos no se resienta por esta incorporación, con el resto de la Iglesia anglicana no retornada al catolicismo.
Y por último, parece llegado el momento de que Roma empiece a replantearse la derogación de la medida del celibato obligatorio, ante esta realidad intereclesial –que pasa a ser intraeclesial, con medidas como la comentada, o con la convivencia de pastores ortodoxos (también casados) con los sacerdotes católicos en las Iglesias que atienden a inmigrantes eslavos seguidores de este grupo-, y que junto con la falta de vocaciones sacerdotales, parece lógico –en consonancia con la historia, y con la consideración conciliar del Vaticano II de “Iglesia pueblo de Dios”, en vez de Iglesia jerárquica- que se aborde esta actualidad de reincorporar al servicio de la Iglesia a la multitud de sacerdotes casados existente. Dado que, por otra parte, incluso el Diaconado Permanente –que permite determinados oficios eclesiásticos de servicio en las parroquias- comprensivo de casados, tampoco se ha prodigado por parte de la jerarquía eclesiástica, pese a las necesidades manifestadas en no pocas parroquias, especialmente de servicios litúrgicos, de evangelización y catequización de jóvenes y adultos, así como de servicios a la comunidad eclesial.
domingo, 21 de junio de 2009
VICENTE FERRER: MEMORIA DE UNA GRAN HUMANIDAD
Esta semana nos llegaba la noticia del fallecimiento del octogenario y benemérito español, Vicente Ferrer, toda una vida dedicada a aliviar la pobreza entre los más pobres del mundo.
Este mundo en el que abunda la violencia, la explotación, la miseria de gran parte de la población mundial frente a la abundancia de una minoría ( no en vano se reconoce que el 20% de la población mundial acapara el 80% de los recursos, mientras que el 80% de esa población apenas sobrevive con el 20% de los recursos restantes), lo cual además de injusto es una profunda indecencia que sin embargo se sigue perpetuando a lo largo de la historia de la humanidad, en el que hemos vivido grandes tragedias bélicas, y seguimos viviendo las consecuencias de la injusticia con sus manifestaciones bélicas y de ruina económica y moral. Precisamente, en el que el Norte rico ha generado una de las mayores crisis económicas del capitalismo, precisamente por codicia, falta de valores morales, y de controles legales. Sin embargo, en medio de todo este desajuste emergen figuras como las de Vicente Ferrer, que representan todo lo contrario, la solidaridad, la entrega, el servicio a los más necesitados, reclamando la ayuda económica del mundo desarrollado para afrontar los retos vitales de ese otro mundo subdesarrollado.
Vicente Ferrer, jesuita español, que como otros muchos hermanos suyos en la fe, salió de España en 1952, llegando a la India para llevar la evangelización a aquella población, y se fue con los más pobres, pero al mismo tiempo, como prueba que el Evangelio tiene una praxis directa, procedió a ayudarles no sólo en lo espiritual, sino también en lo material, concitando la ayuda económica sobre un campesinado paupérrimo al que le venía muy bien las ayudas organizadas por el padre Ferrer, creando un gran movimiento de solidaridad entre ellos. Así se generaron cooperativas, excavaciones de pozos, y una actividad comunitaria que contaba incluso con dos escuelas, un hospital, residencia de estudiantes, banco de semillas entre los campesinos, etc. A modo de la organización comunitaria y cooperativa que los jesuitas implantaron en muchos lugares del mundo, especialmente en Sudamérica.
Sin embargo, generó los recelos de los poderosos del lugar, que vieron cómo se variaba el “statu quo” que les beneficiaba, y tildaron a Vicente y su acción de revolucionaria y perniciosa, promoviendo su persecución, que dio lugar a un breve paréntesis y salida de Vicente de la India; aunque al año volvería de nuevo, esta vez, a Anantapur, lugar en que los caciques locales también lo recibieron con recelos, pero Vicente, lejos de amedrentarse continuó con su labor, pues a los tres días de su llegada contaba ya con una casa a medio construir que la hizo su cuartel general.
En 1970 abandonó la Compañía de Jesús, secularizándose y contrayendo matrimonio con una periodista inglesa que le venía apoyando en su labor, generando el “Rural Development Trust” (RDT) que contribuyó al desarrollo de la zona. Pero continuaron las presiones de los poderes locales sobre Vicente, al que seguían viendo con recelo, pues todo lo que cambia el orden establecido, aunque sea ilegítimo e injusto, suele verse como una amenaza a los intereses de los poderes establecidos, a los que sólo les importan sus propios intereses, y no los de los parias de la tierra. Pero de todo aquello Vicente salió airoso, erigiendo en 1996 en España, la Fundación Vicente Ferrer, cuyo benemérita labor con los pobres ha sido un ejemplo continuo de solidaridad, siguiendo los planteamientos y actitudes de su fundador, que fue reiteradamente distinguido con premios como el Príncipe de Asturias de la Concordia de 1998, pero que sin embargo, sigue pendiente de concesión el Premio Nóbel de la Paz.
Por consiguiente, tenemos en Vicente Ferrer un referente de hombre justo, santo –si se quiere, desde la fe cristiana-, figura que debemos de rememorar en agradecimiento a sus muchas acciones bondadosas, a su lucha por la justicia social de forma pacífica, no en vano se llegó a hablar de su labor como la de una “revolución silenciosa”, para ayudar a que el ser humano indigente retome su dignidad humana en los demás aspectos sociales, y salga de su estado de indigencia.
Así, este contrapunto, que supone la biografía y el testimonio de Vicente Ferrer, es muy necesario para nuestra generación, especialmente en los países acomodados o ricos, para hacernos salir de la insensibilidad consumista burguesa, la falsa seguridad de nuestro entramado socio-económico, de creernos el centro del mundo, y sobre todo del utilitarismo hedonista que ha troquelado nuestra cultura y narcotizado nuestra conciencia.
domingo, 7 de junio de 2009
¿QUE EUROPA VOTAMOS?
Entre los muchísimos debates ausentes en la campaña electoral de las elecciones europeas, está uno que resulta básico: ¿Qué Europa votamos?. Pues nadie nos ha expuesto su proyecto de UE, especialmente tras el espectacular rechazo del proyecto constitucional de la UE, por ciudadanos de naciones algo menos entusiastas que la nuestra con el proyecto europeo.
Quizá la falta de un proyecto sólido de Nación Española lleva a que la ciudadanía huérfana de una identidad nacional clara y definida, abrace cualquier tipo de proyecto europeo que nos presenten los plutócratas europeos –donde precisamente derecha e izquierda se ponen de acuerdo-, por anacrónico o incompatible que sea con el respectivo proyecto nacional.
Desde el Tratado de la Unión, en que Europa dejó de ser CEE para ser UE, se han ido produciendo progresivas cesiones de soberanía nacional a favor de la UE, que decide por nosotros en cuestiones de afectación directa nacional, como lo hemos podido comprobar en estos últimos años, uno de cuyos signos más audaces fue la de intentar aprobar una jornada laboral semanal de 65 horas, cuando las conquistas sociales ya habían reducido la jornada a horarios mucho más sociales.
Por consiguiente, deberíamos de tener claro ¿qué proyecto europeo queremos para nuestros intereses nacionales?. Pues resulta claro que nuestros intereses no siempre son conciliables con los de otros socios europeos.
En tal punto, hemos de simplificar cualquier propuesta en su inserción entre dos grandes modelos de construcción europea:
a) La “Europa de los mercaderes”, propia del mercado común, que ha venido funcionando con cierto nivel de satisfacción, denominada como CEE, donde realmente lo que se comparte es el mercado, y se regulan las reglas del mismo, desde perspectivas macroeconómicas que atañen a los diferentes sectores productivos, ampliando los mercados nacionales a un gran mercado europeo. Situación, que de por sí conlleva, la necesidad de armonizar unas magnitudes económicas homologables entre los diferentes países de la Comunidad, que suponen cierta elevación del nivel de vida para ser potencialmente cliente de ese mercado común.
b) La UE, a modo de “Confederación de Estados de Europa”, que más allá del mercado intenta generar unas políticas comunes (económicas, de defensa, de exteriores, sociales, etc.), para lo cual, los Estados han de ceder parte de su soberanía para constituir este modelo confederal, que a su vez limita la acción de la voluntad soberana de uno de los miembros en una determinada materia cedida a la UE. Este modelo, mucho más complejo que el de mercado común, se lleva intentando sin grandes progresos desde hace años, pues los intereses de los grandes (Alemania, Inglaterra o Francia) no se someten igualmente a la UE (debido, entre otras razones, a su mayor peso e influencia en los órganos de la UE), pero que en casos como Inglaterra no se ha llegado a integrar plenamente (de hecho, está fuera del “sistema euro”, manteniendo su moneda nacional). La política exterior común, se ha mostrado un fracaso, por colisionar con los intereses nacionales de los grandes de Europa. Y la incorporación de países del Este hacen más compleja esta organización, con una merma del poder de influencia de España en los órganos de decisión de la UE. Todo lo cual, hace que se nos antoje un proyecto más utópico que real.
Pero además, hemos visto cómo la UE ha sido incapaz de mediar con éxito y eficacia en conflictos armados europeos, como el de la guerra de los Balcanes, y en la actualidad, lo que se nos vendió de seguridad y “Europa del Bienestar” está cada vez más en cuestión ante la actual crisis económica, que además de no acabar de armonizar la acción de los gobiernos de la UE, se está demostrando que el sistema monetario europeo ha cercenado la posibilidad de actuaciones de política monetaria nacionales, que en otro tiempo hubieran podido dar algún tipo de solución a una crisis de este tipo, mostrándose los euroburócratas como unos ideólogos dogmáticos a los que sólo les importa su euro, sin que se planteen si quiera medidas de ajuste monetario para paliar la crisis.
Por consiguiente, en este marasmo que pone al descubierto las carencias de una UE que, por de pronto ha dado empleo a la clase política y funcionarial de la Unión, más que a la ciudadanía que la justifica, parece necesario abrir un debate realista, fuera de discursos europeístas triunfalistas, que nos pongan en la realidad de los hechos. Además, cuanto más se concentre el poder político de la UE más fácil será el manejo del viejo continente por parte de grupos de presión, y más artificial resultará la democracia europea, alejada de una ciudadanía, que en su mayor parte no alcanza a ganar los sueldos de sus eurodiputados.
Así las cosas, parece lógico empezar a cuestionar este “cuento europeo” –del que ya vive mucha gente improductiva-, para ajustarlo a la realidad que más nos convenga a los ciudadanos de Europa, y parece que esto pasaría por retomar el viejo –pero eficiente modelo- de “mercado común” (CEE), y retornar a fortalecer los “Estados Nacionales” para que estos realmente defiendan nuestros intereses en ese mercado, simplificándose así la construcción de una “Europa cooperativa”, más que buscar una artificiosa Confederación. Hecho que sería más congruente con la filosofía democrática dominante, y con la eficiencia que demanda la ciudadanía del tercer milenio.
sábado, 6 de junio de 2009
LA CUESTIÓN NUCLEAR A DEBATE
Asistimos a un cierre de campaña electoral al parlamento de la UE, con un paupérrimo debate sobre cuestiones de fondo e interés público para la ciudadanía, pues más allá de las habituales tópicos y descalificaciones, nos quedamos sin conocer el planteamiento de los grandes grupos políticos en temas tan importantes como el proyecto de la UE (la cesión de soberanía nacional a favor de la Unión), las grandes líneas de la política económica y social (en plena crisis económica), el debate sobre la inmigración, o la reestructuración económica de los países de la Unión, y por su puesto, el modelo enérgético que se postula, pues países industrializados de la UE, como Francia han apostado decididamente por la energía nuclear, frente a un importante sector de población de la Unión que rechaza este tipo de energía.
En particular, este último debate sobre el modelo energético ha de hacerse también en España, pues más allá de los tópicos a favor o en contra de este tipo de energía, hemos de considerar la sostenibilidad de nuestro modelo energético y de consumo, y en su consecuencia abrir un amplio debate con aportaciones de técnicos, Instituciones públicas, interlocutores sociales, y la propia ciudadanía sobre la determinación del modelo energético a seguir en los próximos años, pues de lo contrario los acontecimientos tomarán la delantera y los grupos de presión más influyentes serán los que decidan por todos en una cuestión tan compleja como es el uso de la energía nuclear para fines civiles.
Actualmente en España existen 7 centrales nucleares (que contienen, en su conjunto, 9 reactores nucleares) destinadas a la producción de energía eléctrica, dándose el caso que algunas de ellas cumplen su plazo de rendimiento inicialmente autorizado de 30 años, quedando pendientes de una autorización de moratoria, para que sigan funcionando, como resulta ser el caso de Garoña en Burgos, cuya prórroga se dice que está ya decidida por el Gobierno, y que tras las elecciones europeas se dará a conocer, con el objeto que no interfiera en plena campaña electoral.
Naturalmente este hecho tiene una importancia singular, puesto que supone mantener un mensaje de ambigüedad respecto de la política nuclear, ya que de proclamar la negativa a la incorporación de esta energía, sin embargo, las necesidades de producción de energía eléctrica determinan que se tengan que adoptar decisiones “salomónicas” como la de las prórrogas de las centrales que cumplen su vida operativa, con el fin de mitigar posibles subidas de precios de la electricidad, por uso de otras energías más caras, o por importación de la misma, de nuestra vecina Francia que sin embargo tiene operativas unas 50 centrales nucleares.
Es cierto que se trata de un tipo de energía muy peligrosa, de consecuencias letales imprevisibles, y con una duración activa inconmensurable, de la que tenemos el recuerdo del desastre nuclear de Chernobyl, y otros graves incidentes ocurridos en otros países como EEUU, o incluso España, con el último incidente de Ascó que le ha supuesto una grave sanción.
Pero no es menos cierto, que nuestro nivel de vida, sumidos en una vorágine consumista, nos lleva a tener que plantearnos el uso de este tipo de energía si queremos mantener el actual nivel de vida de alto consumo. O por el contrario, lo que deberíamos de plantearnos es precisamente este insostenible, e innecesario nivel de vida consumista, y optar por energías alternativas más ecológicas y seguras. Para lo cual, habríamos de ser informados –toda la ciudadanía, pues a todos nos va en ello- de las ventajas e inconvenientes de apostar por la energía nuclear, incluidos sus altos e incontrolables riesgos, y si los preferimos antes que dejar de consumir tan vorazmente, o por el contrario preferimos pagarle el servicio a nuestros vecinos franceses –hecho que no nos exime de riesgo real, pues como vimos en Chernobyl este tipo de accidentes no conoce fronteras-.
En cualquier caso, tan legítima sería una apuesta pública por la energía nuclear como su rechazo, e igualmente de acertada o equivocada una u otra postura, salvo que vaya con la asunción de un determinado nivel de vida y riesgo, o en su caso de limitación de este. Pero abrir este debate resulta claramente necesario.
Por el contrario, lo que no nos parece de recibo es la “política de avestruz” de negar la mayor –prohibiendo la construcción de nuevas centrales nucleares-, pero autorizar vergonzantemente la prórroga de las viejas –con el incremento de riesgo potencial que se asume, por ser instalaciones ya usadas que deberían ser dadas de baja-, hurtándole al pueblo español el debate abierto y objetivo de la cuestión. Algo que recuerdo a aquel lema de “OTAN de entrada No”, de tan infausto recuerdo incluso para sus postuladores, uno de cuyos personajes más destacados acabó poniéndose al frente de esta Institución Militar durante años, con intervención en conflictos armados.
Siendo así, que hubiera sido de desear un claro posicionamiento de los grandes partidos políticos en esta campaña electoral, con la asunción de un compromiso público, dejando claro que ninguna opción es en sí misma totalmente buena, ni totalmente mala, pues conlleva beneficios y perjuicios a la vez, si bien, supone necesariamente una u otra opción, una toma de postura ante el futuro del país, pues el progreso no siempre hay que entenderlo desde el punto de vista técnico.
sábado, 9 de mayo de 2009
ESPAÑA Y LA JUSTICIA DEL ORBE
Hay noticias, que no por ilógicas e inconsistentes dejan de responder a la realidad, y naturalmente despiertan un paradójico interés. Tal puede ser el caso, de la pretensión de ciertos sectores de la jurisdicción española de aplicarse el principio de extraterritorialidad, quitando la limitación del ámbito de actuación al territorio español, en una pretensión de arreglar la justicia del mundo mundial.
Ciertamente, no hemos de negar la noble intención de llevar la justicia a todos los rincones de la tierra, especialmente en aquellos lugares donde no se respetan los derechos humanos, pero tiene más de utopía que de realidad, además de poderse interpretar por otros Estados extranjeros como una injerencia en sus asuntos internos. Dando los consiguientes quebraderos de cabeza a la ya de por sí limitada diplomacia española. Recordemos las dificultades que se derivaron de la actuación de la Audiencia Nacional sobre Pinochet, con ocasión de su visita médica a Inglaterra. Precisamente uno de los países más poderosos y de mayor consolidación de las libertades públicas, que no le puso reparo alguno al exdictador chileno para recibirlo en su territorio, y viene la “España grande y libre” a intentar su procesamiento y extradición.
Pero además de los problemas diplomáticos que pueden acarrear esos arrebatos de reposición de la justicia en el orbe universal por parte de la magistratura española, pueden generar otros problemas no menos importantes, de crédito y autoridad moral de nuestra “justicia patria”, pues desde las objeciones de que sólo se pretende encausar a los dictadores de un signo político, obviando a los del otro signo, no menos irrespetuosos con los derechos humanos, hasta el costo que tales acciones conllevan, y que hemos de soportarlos los contribuyentes españoles, ya de por sí demasiado esquilmados, pues para no ser miembros natos del G 20, sin embargo somos unos de los máximos cotizantes al presupuesto de Naciones Unidas, donde por cierto no se nos reconoce un status especial –como a otros miembros preeminentes- aunque sólo sea por derecho de cotización.
Por otra parte, hay razones de eficacia y eficiencia de la Administración de Justicia española, ya que precisamente es una de los sectores de la Administración española más atrasados y colapsados, y de mayor conflictividad entre sus agentes, que pese a su aumento de órganos judiciales, y de reforma legislativa, aún no ha conseguido entrar en la modernidad del S.XXI, con sus clásicos procedimientos escritos, su falta de informatización eficaz, y su consiguiente descoordinación, que ha generado clamorosos errores últimamente. Y donde los asuntos pendientes, y los retrasos judiciales llegan a extremos de flagrante ineficacia, como servicio público.
Para colmo, la sectorización política del mundo de la judicatura, ha determinado que algún político aún en activo, proclamara en su día como un logro de su formación la “muerte de Montesquieu” – en cuanto a la pérdida de la separación de poderes en España-, lo que también hace que sea sólo un aparente poder del Estado, reuniéndose por sectores ideológicos, perdiendo la necesaria objetividad, como se ha podido apreciar en algunos enjuiciamientos con políticos implicados. Y con la reciente actuación de detención de los piratas somalíes, para acabar por ponerlos en libertad, sobre la base de ciertos escrúpulos normativos, de índole más formalista que material.
Todo lo cual, hace que la inicial pretensión de que la justicia española sea el “pepito grillo” internacional, no pase de ser una mala broma, que incida en el desprestigio de la acción exterior de España, por meternos donde no nos llaman, para arreglar la “casa ajena”, cuando tenemos en desorden la “casa propia”. Claro que eso en el país de D. Quijote sea demasiado pragmatismo. Aunque la necesidad impera, y mientras haya un solo juzgado colapsado en España, no creo que nuestros jueces deban de dedicar su tiempo a arreglar asuntos del extranjero, más allá de lo que marque sustancialmente el Derecho Internacional.
domingo, 3 de mayo de 2009
LA VERSATILIDAD DE LOS POLÍTICOS
Si hay alguien verdaderamente versátil, capaz de defender una cosa y la contraria al mismo tiempo, eso lo apreciamos claramente en la clase política.
Ejemplos de ello son infinitud, pero para muestra baste un botón.
Así es el caso del discurso sobre los trasvases de recursos hídricos en los distintos territorios de España, de forma que el mismo partido defiende una posición en la región del trasvase, y la contraria en la de destino del mismo. Así en Castilla La Mancha hay acuerdo tácito entre PSOE y PP en relación a la negativa a seguir con los trasvases hídricos del Tajo al Segura, en tanto que en Murcia el PP mantiene el discurso contrario de sus homólogos castellanomanchegos, y el PSOE tras el descalabro electoral sufrido por la defensa de las desaladoras, ha girado su discurso, uniéndose al lema popular del “agua para todos”, a ver si le llegan los votos que le faltan.
Pero análoga situación se da respecto del trasvase del Ebro en tierras aragonesas, respecto del discurso que se emplea en Levante. Todo lo cual, ha llevado a que se hable de la “transversalidad” de la política, esto es, que en el tratamiento de ciertos temas, no se marca diferencia entre el discurso de la derecha y el de la izquierda, sino en función de otros factores, como la zona geográfica o los destinatarios de unas u otras políticas.
Otro caso, curioso de versatilidad es el que nos han ofrecido estos días pasados en el Congreso los Diputados del PP votando en mesa de comisión de forma diferente dentro del mismo grupo popular, así mientras el diputado popular Fernández Díaz y otros votaron negativamente a la propuesta de IU para reprobar las palabras del Papa sobre el uso de los preservativos, en su reciente visita africana, atribuyéndole afirmaciones que en la literalidad de sus declaraciones no llegó a decir. Las diputadas del PP, Celia Villalobos y Ana Pastor, votaron a favor de dar curso parlamentario a la propuesta de reprobación.
Posteriormente, Ana Pastor en un medio televisivo nacional trató de explicarse, como si se tratara de una cuestión meramente procedimental, para añadir confusión sobre lo que votó y lo que según ella quiso votar. Puesto que si se tiene clara la impertinencia de una tramitación parlamentaria sobre unas declaraciones –por cierto, no dichas en los términos que se pretende reprender- de un Jefe de Estado extranjero en otro país, ¿no sé por qué lo admite a trámite?, ¿acaso están tan sobrados de tiempo con los problemas que tiene el País?.
Y como esto de la versatilidad va por “barrios”, hemos asistido esta semana, con ocasión del 1º de mayo a unas imágenes un tanto insólitas por pura falta de coherencia, como son la participación de líderes políticos progubernamentales –se supone que en su condición de políticos, y cargos públicos del partido en el gobierno de la Nación-, en las manifestaciones del 1º de mayo. A lo que cabe preguntarse ¿qué pedían...?, o acaso, poniéndose a la cabeza de la manifestación, ¿trataban de capitalizar –una vez más-, sino manipular, la demanda del mundo del trabajo en este dramático momento de profunda crisis económica?. ¿Y a quién se lo pedían..?, ¿a ellos mismos?. No se puede estar en Misa y repicando. O el gobierno tiene en su poder capacidad de cambios económicos y sociales para reconducir los efectos de la crisis, y debería de ponerlos en práctica, o no los tiene, en cuyo caso debería de buscarlos y posibilitarlos. Y si por algún casual, fuera del todo punto imposible, los manifestantes se tendrían que plantear otras cuestiones más profundas y drásticas. Y ese gobierno bloqueado habría de dimitir y convocar elecciones anticipadas.
No es ni ético ni estético estar tras de la pancarta y tras la mesa ministerial, sobre todo cuando la pancarta reivindica políticas activas. Eso es síntoma de “mansedumbre” en el “arte de cúchares” cuando el toro busca las tablas para mantenerse en pie. O como en el boxeo el púgil noqueado abraza a su adversario para ganar tiempo y evitar que le sacuda más fuerte. Ambos son ejemplos de signos de debilidad, y manipulación que lleva el desaliento al común de la ciudadanía, ya que se aparenta desvirtuar los cauces institucionales en relación a los fines que tienen asignados.
domingo, 26 de abril de 2009
LA DESESTABILIZACION DE LA SOCIEDAD DEL BIENESTAR
Resulta frecuente encontrarnos con quejas personales y sociales sobre la injusticia en el mundo, y cada día más sobre la reivindicación de pretendidos derechos, muchos de ellos ni siquiera consolidados. Pero pocos son los que valoran la generosidad que nos brinda la vida a muchos, por el mero hecho de haber nacido en unas determinadas latitudes geográficas, especialmente en el hemisferio norte, más rico, desarrollado y estable que la mayoría de los Estados del hemisferio sur, mucho más pobres, inestables y subdesarrollados.
Hasta tal punto es así, que el norte rico –especialmente el norte occidental- se ha ensimismado en sus propias circunstancias de vida, holgada, estable, protegida, dando lugar incluso al invento del Estado Social –gran logro de modelo organizativo, que debería ser exportable-, pero lejos de hacerlo extensivo a otras latitudes, nos lo recreamos como si sólo existiéramos nosotros sobre la faz de la tierra, y nos dedicamos incluso a dar prédicas a los que andan soportando injusticias, atraso social, analfabetismo y pobreza. Lugares que no tienen ninguno de los servicios públicos que tenemos en el “mundo rico” para prevenir situaciones de menoscabo económico y social, más allá de la mera caridad de la red que precaria, pero beneméritamente establecen religiosos y laicos en acciones de cooperación.
Pero resulta que la crisis económica, generada en el mundo de las finanzas ávidas de ganancia rápida, fácil, a veces despiadada, ha mostrado una vez más la versión hobbesiana de que el hombre es un depredador para el propio hombre. Y esa codicia ha llevado a una desestabilización de la sociedad del bienestar, que para que permanezca requiere estabilidad económica, social y política, habiéndose alterado ya las dos primeras, especialmente en nuestro país, donde el paro supera ya los 4 millones de personas, y donde se registró el cierre de 88.472 empresas entre enero y marzo. Y por si fuera poco, aparece una epidemia, con visos de pandemia, de gripe porcina, de la que parecen haberse detectado los primeros casos en España.
Esto tiene las dimensiones de plaga bíblica, que algunos interpretarán en clave escatológica. Pero lo que está claro es que nos hace presente la contingencia de lo humano, su caducidad, ante las falsas seguridades que aparentan las grandes Instituciones, el pertenecer al llamado primer mundo, incluso el ser miembro de la UE, en la que se nos aseguraba una estabilidad y un nivel de vida inimaginable hace cuatro décadas.
Por consiguiente, ese sentimiento de inseguridad, de inestabilidad, sólo equiparable a los de los grandes conflictos bélicos, es el que se empieza a palpar en nuestra sociedad, donde nada es fijo y estable si es producto humano, y mucho menos seguro. Esta civilización ha llegado a idolatrar el progreso, tanto en su vertiente científica –de la que estamos padeciendo sus excesos-, médica –si bien al final la persona acaba falleciendo-, político –si bien, democracia no es votar cada cuatro años, pues se reiteran los ejemplos de privilegios desde el poder y para el poder-, y económico –cuando se desestabiliza el bienestar en menos de un año, y peligran hasta las pensiones-.
Claro que esto, a lo mejor, nos hace ser más pragmáticos, menos confiados, y nos lleva a reelaborar las reglas de juego de la convivencia democrática, al tiempo que nos saca del hastío vital en que nos han ubicado desde culturas consumistas y hedonistas, y empezamos a ser más solidarios con nuestros congéneres, que de forma crónica carecen de ese progreso –aunque sea coyuntural-, ya que no pueden combatir epidemias por falta de dinero, y no salen de la pobreza porque en definitiva ese es el rol que parece se les ha asignado.
domingo, 19 de abril de 2009
ENTREVISTA AL PROF. SANTIAGO FERNÁNDEZ ARDANAZ
Santiago Fernández Ardanaz es profesor universitario en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Intelectual, escritor, trabajó durante varios años como corresponsal en Italia. Su último libro, agotado, sobre la figura del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue censurado en aquel país. Recientemente premiado por el Club Internacional de Prensa y VMPress, el profesor Fernández Ardanaz traza en esta entrevista un perfil de la situación actual de Italia, así como de su futuro. Tampoco olvida analizar el fascismo y el maquiavelismo, productos originalmente italianos, así como la mafia y la camorra, dos organizaciones que controlan gran parte de la economía, a través de un complejo entramado del que no quedan ajenos políticos y otros personajes influyentes de la sociedad italiana.
¿Qué pretendió plasmar con su libro?.
Cómo una sociedad moderna y democrática puede entrar en un callejón sin salida, acuciada y engañada por el control de los poderes de la comunicación al servicio de las ambiciones de un personaje o grupo económico-social.
Italia lleva años bajo la dirección de Berlusconi, ¿ha sido un progreso para Italia?
Resulta un misterio cómo un pueblo inteligente, acostumbrado a las martingalas de los partidos y de los grupos paraestatales puede caer en una dinámica al servicio de poderes que no son los generales y del bien común sino de una serie de grupos liderados y armados con los instrumentos más refinados para el arte de convencer. Italia como estudio en mi libro estaba saliendo de un sistema donde los intereses de partido estaban por encima de los intereses generales y donde dos partidos se enfrentaban entre sí (democristianos y comunistas) haciendo imposible todo arte de gobernar y haciendo caer en manos de políticos de carrera sin escrúpulos y corrompidos toda decisión político-social. En el libro describo las fases de la “revolución a la italiana” que fiscales y jueces emprendieron desde 1990 y que hizo resquebrajarse el sistema corrompido (“tangentópolis”, el sistema de la compra de votos y políticos mediante la corrupción). Parecía que todo iba hacia la refundación de una nueva sociedad italiana, cuando surgió un extraño personaje con el carisma del éxito y presentándose como el imposible de dejarse corromper porque era ya “tan rico y pleno de éxitos” que nadie lo podía utilizar: el Berlusconi mariscal de las nuevas televisiones. Lo que describo en mi libro es la Italia que encuentra Berlusconi, las dinámicas sociales que llevan al deseo del pueblo de un líder limpio y por encima de los juegos de la politiquería… Así entró Berlusconi en Roma al final de una marcha memorable (al estilo de Mussolini, no lo olvidemos).
¿Hay crisis del sistema demoliberal en Italia, tras el vaciamiento de la democracia cristiana, y de los escándalos de corrupción de Andreotti, o Craxi?
Ciertamente la ascensión de Berlusconi que describo en el libro surge de las cenizas de un sistema caduco y sobre todo tan enfrentado entre dos polos que se anulaban el uno al otro a la hora de gobernar. En el libro describo “el arte tan italiano de vivir sin gobiernos”.
¿No cree el ciudadano italiano en su sistema democrático, o en los partidos tradicionales?
El elector italiano estaba ya cansado de los juegos a sus espaldas de politicos corrompidos; lo que ha sucedido en estos últimos 15 años es que un pueblo que se podía creer “maduro en el juego democrático”, se ha demostrado de una fragilidad y falta de juicio crítico social como para ser convencido por los nuevos juegos televisivos de un titiritero genial como Berlusconi. También se ha revelado la fragilidad de un sistema centrado en una mayoría absoluta: quien conquista esta mayoría absoluta pude gobernar de espaldas a sus propios electores, se convierte en una dictadura que recibe –esta es la paradoja- su justificación por parte de un sistema electoral democrático.
¿Es Berlusconi el producto de la decrepitud del sistema, o es la solución al mismo?
La decrepitud del sistema fue la ocasión para entrar y vencer. Berlusconi nunca ha propuesto ninguna solución ni económica, ni política y mucho menos social. Vive de la escena, de saber engatusar a sus electores y sobre todo vive de la ineptitud e incapacidad de los partidos democráticos para encontrar un programa común y un líder con poder de dirigir. Todo esto hay que contextualizarlo en un momento de crisis económica y social: una sociedad, la italiana de los años 70-90, basada en la manufacturación y venta de sus productos a los países menos desarrollados sin importar la calidad de sus productos (y mediante unos sistemas de economía sumergida) es sustituida por sociedades que copian exactamente estos mecanismos de producción, como la española después, o la hindú o la china ahora.
¿Dónde está el semillero de voto de Berlusconi?
En la clase media alimentada por los hijos de los antiguos obreros y campesinos, y sobre todo entre los comerciantes, donde la consigan del dinero fácil, del puesto seguro, y engañados por una cultura del éxito a la carta, ha creado una masa de ansiosos, desilusionados y frustrados que esperar en el poderoso una solución que cada vez se aleja más.
¿Hay tensión territorial en Italia actualmente, entre el norte y el sur?
La ha habido en todo el siglo XX y la inmigración interior del sur al norte parecía que había limado las asperezas, pero en cuanto el flujo del sur hacia el norte ha sido sustituido por la inmigración africana y asiática, los mismos nietos de los antiguos inmigrados del sur italiano han elevado barreras de insolidaridad y rechazo de todo lo ajeno y extraño, no ya desde un plano territorial sino social. La Liga del Norte y los movimientos de exclusivismo económico y social (a los que se añaden las justificaciones del fundamentalismo católico) se alimentan de esta barrera que ya no se retroalimenta por la contraposición entre italianos del sur y del norte sino entre los del sur y del norte que son ya categorías socio-económicas, donde las cuestiones sociales se unen al rechazo de los de fuera, en este caso albaneses, rumanos, asiáticos o africanos.
El fascismo, y el maquiavelismo son productos italianos ¿hay una cultura autoritaria en el pueblo italiano, o más bien manipulativa?
La cultura de la imposición y del exclusivismo nace en todos los sitios, yo no he visto que sea propia del pueblo italiano sino de aquellos centros de poder que necesitan de ideologías que justifiquen sus motivaciones socio-económicas. Y estos centros de poder como nos está enseñando el naciente siglo XXI crecen en Europa como en Asía o en los Estados Unidos de América. La cultura de la tolerancia es un fruto de lento crecimiento, mientras la de la intolerancia es explosiva. El pueblo italiano es tolerante como el español, mientras no se toquen sus intereses vitales.
La mafia, la camorra, también son productos italianos ¿hay un humus social que alimenta este tipo de fenómenos?
Hay un humus histórico, ante el vacío de poder de un estado lejano o en manos de cuatro oligarquías, los ciudadanos del sur se veían obligados a generar sus propios centros de autodefensa. Las coscas mafiosas nacen así, como he descrito en mi libro. Pero hay evoluciones sociales después de la última guerra mundial que hacen dar un salto cualitativo a las asociaciones mafiosas para convertirlas en auténticos polos alternativos de poder económico, social y político. A partir de los años 80 la mafia es un auténtico sistema de poder con capacidad de resistir al mismo Estado italiano y de infiltrarse en el sistema económico y político. En el libro dedico varios capítulos a estos mecanismos de la nueva mafia.
En Italia es decisiva la posición del Vaticano, ¿ha influido en los últimos años en la política doméstica, o se retiró con la caída de la democracia cristiana?
El Vaticano con su mano larga la iglesia italiana es un poder que penetra la entera sociedad italiana desde un punto de vista multipolar: en Italia la religión no se puede separar de la política ni la de economía ni de los movimientos sociales y culturales. Esta sinergia es la base de la presencia fáctica del Vaticano en Italia. No se pueden separar el uno del otro. La pretendida separación entre estado e iglesia, la laicidad del estado es un puro sueño en el caso italiano. Desde cualquier ángulo que se estudie, económico, cultural, social, (como hago en mi libro), el Vaticano/Iglesia está siempre presente en el tejido medular de la sociedad italiana, hasta en los llamados “territorios rojos”, el cato-comunismo es un hecho cultural y social de gran interés para entender el sistema italiano.
¿La democracia cristiana italiana se vino a bajo por rencillas internas de poder, por desafecto de la ciudadanía, o por intromisiones eclesiásticas?Se vino abajo cuando los dos polos (democristianos y comunistas) se neutralizaron entre sí de tal manera que ya no era posible gobernar. Los socialistas de Craxi trataron de romper este nudo gordiano, pero cayeron en su misma trampa, por la revolución de los jueces y fiscales contra la corrupción.
¿Es la sociedad italiana una sociedad clientelar en lo político?
Si por clientelar entendemos unas redes de mutua ayuda entre los miembros de determinados polos de poder, lo es como cualquier sociedad humana. Ciertamente las redes clientelares en la política italiana han constituido y siguen constituyen el tejido base de la sociedad italiana, pero no sólo para la formación de familias dentro de los partidos, sino (como en todas partes, por ejemplo, en la sociedad española, o en la china o en la estadunidense) para el acceso al trabajo, a la formación en centros especiales, a los mismos centros de diversión y ocio.
¿Funciona una variante caciquil en la Italia rural?
Si hablamos de ante de 1990, ciertamente, como en todas las dinámicas sociales del medio rural en Europa y en otros sitios. Si hablamos de la Italia que yo analizo, estos caciquismos se han trasformado tomando otras máscaras sociales, económicas y religiosas (muchos movimientos religiosos y no sólo en Italia, tienen la estructura de redes tejidas por caciques socio-económicos, sea de tipo patriarcalista o de bandos).
¿Cómo ha apreciado la intervención del Gobierno de Berlusconi en el trágico suceso del terremoto de L´Aquila?
Nivel de comunicación con las típicas meteduras de pata “berlusconianas”, a nivel del pueblo como tantas veces he experimentado: con un inmenso movimiento de solidaridad y de ayuda, como es típico del pueblo italiano. Por ahora no ha habido intervención del gobierno, se verá a lo largo del año.
¿Qué saldo ha aportado Berlusconi a la sociedad italiana?
Según los datos económicos mientras Italia se endeudaba en 120.000 millones de euros, las empresas de Berlusconi pasaban de una deuda de 20.000 millones a un superávit de 60.000 (en sólo el año 2008). Es un dato puramente accidental.
¿Qué futuro le prevé?
No soy profeta, no veo alternativas ni en el centro ni en el centro-izquierda italiano, más bien la fusión de la fascistas de Alleanza Popolare de Fini con la Italia Della Libertà supone un nuevo aliento a la permanencia del Berlusconismo. En el centro-izquierda por ahora no hay capacidad de generar un polo unitario. Y mientras Berlusconi posea la red de medios de comunicación que posee (ahora tiene además la pública de la RAI-Italia), no se pueden adelantar cambios.
¿Necesita Italia una regeneración política, o por el hecho de estar en la UE y en el G 20, todo se legitima?
En este año y en el siguiente la crisis económica global no puede dejar de manifestarse en la vida social y por lo tanto en la vida cultural, es decir, en el campo de las ideas, de los proyectos y de los símbolos sociales. Estos cambios habrá que seguirlos con gran atención, porque no sólo afectarán a la sociedad italiana sino también a la española.
LE HACEN “LA PASCUA” AL NUEGO GOBIERNO DE ZP
Tras la inusitada crisis de gobierno, resuelta con la ligereza del que busca “oxígeno”, hemos visto a los nuevos ministros y a sus confirmados colegas, cómo se disponían a trabajar en Semana Santa, intentando transmitir una imagen de dinamismo y actividad, que alejara aquella del letargo crónico atribuido al Ministro Solbes, y del noqueo general del gabinete ante los efectos de una crisis negada hasta la extenuación.
En cualquier caso, dados los antecedentes, ese dinamismo prefabricado nos lleva a sospechar que responda más a una campaña de marketing que de una actividad real encaminada a ponerse las pilas para actuar rápido y acertadamente ante la crisis económica.
De todas formas, vistas las biografías y trayectorias profesionales de los nuevos ministros, al menos tres de ellos nos parecen que no responden a las necesidades creadas sino a estrategias de política partidista en una coyuntura que podrían considerarse hasta frívolas. Tal resultarían ser los casos de las dos Vicepresidencias, tanto la de Economía, como la que se encomienda a Chaves, y mucho más el relevo clientelar en la cartera de cultura, desaprovechando una ocasión única para prescindir de un ministerio, que apenas tiene competencias propias, contribuyendo al ahorro en el gasto.
El relevo de Solbes, aunque el mismo pudiera haberlo deseado, no parece que haya sido muy acertado con la ministra Salgado, dada la existencia de otros profesionales de la economía de gran cualificación en las filas gubernamentales. Además, uno de sus primeros gestos ha sido aparcar el proyecto de ley de reforma de las cajas de ahorros que trataba de reducir el protagonismo político en la dirección de las mismas, y darle entrada a la participación privada en su capital. Todo un gesto, más de dominio político, que de carácter técnico, especialmente con la que está cayendo. Especialmente significativo cuando dicha reforma la habían postulado su antecesor y el gobernador del Banco de España.
Por su parte, el traslado de Chaves a Madrid huyendo de la “quema” de las encuestas andaluzas, procurando darle una atribución “patriarcal” de arbitraje entre las “taifas autonómicas”, tampoco parece que sea muy eficaz, dado que estas buscan poder y dinero, y este segundo no depende del inventado ministerio. Aparte, que no ha sido un ejemplo de buen gestor en su feudo andaluz. Luego parece que se busca reflotarlo antes que se hunda, al tiempo que haga de “padrino político” de Zapatero en el ámbito del partido y del “sindicato hermano”. O sea, del cariño que les demandó a los suyos.
Finalmente, la incorporación al Ministerio de Cultura de Gonzalez-Sinde, desde la presidencia de la Academia del Cine –creada por su padre-, parece una clara concesión al clan de la farándula que en las pasadas elecciones hizo pública postulación por el presidente Zapatero. Y posiblemente en ello, esté la motivación profunda de dicho nombramiento.
Por todo lo cual, vemos más razones de estratagema política y de marketing, que de fundamentos objetivos, al menos para estos cambios ministeriales.
Pero, la puesta en escena del dinamismo de la pasada semana, se ha roto con unas declaraciones del entorno gubernamental, del “fuego amigo”, que le ha hecho la pascua a Zapatero en pleno estreno del gabinete remodelado. Tales declaraciones han sido las del Fiscal General del Estado, que señaló una grave falta de colaboración a la Policía, algo que de ser cierto debería de haberse solventado en otras instancias oficiales e internas, en vez de en un almuerzo de una agencia de prensa. Y que han sido rebatidas con determinación por el Ministro del Interior, y que han dado lugar a una corrección del mismo Fiscal, posiblemente consciente del lío que habían generado sus palabras, que han enfadado a los sindicatos policiales, que le anuncian querellas.
La otra “pata de banco” la ha vuelto a sacar, ni más ni menos que el Gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordoñez, del que pocos dudan de su capacidad técnica, y de los datos a su alcance para sugerir un replanteamiento del sistema de pensiones ante el gasto y falta de ingresos que se está generando en la Seguridad Social, derivada de la crisis. Declaraciones que han sido anatematizadas por parte del ministro de Trabajo, y por las centrales sindicales mayoritarias, como innecesarias y alarmistas.
Si el Gobernador del Banco de España, al que ha puesto este Gobierno y al que le quedan aún varios años de Dirección, hace esta pública reflexión, en consonancia con otra anterior de revisión del modelo de relaciones laborales, dada la ingente cantidad de paro de nuestro país en el entorno de la UE, alguna autoridad moral y técnica tendrá en hacer estas sugerencias a los que hasta hace poco aún negaban la existencia de la crisis, y están manifestándose ineficaces en la adopción de medidas que la atajen y reduzcan las dramáticas cifras del paro. Por un mínimo de humildad y sensatez, deberían atender las razones de su tecnócrata. Ya que de no hacerlo, y descalificarlo –como han hecho- aumentan las dudas de la veracidad de las declaraciones gubernamentales, especialmente dada la experiencia que ya tenemos de falta de claridad, ocultación o incluso declaraciones públicas mendaces.
Por tanto, este último punto, especialmente sensible y posible, debería de ser tratado en sede parlamentaria, junto con unas propuestas de cambios económicos estructurales que puedan ajustar la economía española a las necesidades reales. Tal cosa, y no la mera palabrería, sí que contribuiría a dar sosiego y relativa confianza a la ciudadanía, más que las consignas del estratega político de turno, cuya credibilidad actualmente no parece estar en sus mejores momentos.
martes, 14 de abril de 2009
ARRANCAN EN MURCIA LAS FIESTAS DE PRIMAVERA
El Bando de la Huerta, primero de los desfiles de las Fiestas de Primavera murcianas, ha desfilado por Murcia con el éxito que tradicionalmente acompaña a esta fiesta de rememoración de las costumbres huertanas, con la participación de más de veinte carrozas y personas ataviadas con las vestimentas de época.
El desfile ha sido seguido masivamente por la población a lo largo de todo su amplio recorrido, que posteriormente se han desplazado a las numerosísimas barracas para seguir degustando los productos de la huerta murciana, dentro del tipismo tradicional representado por estos establecimientos regidos por las diferentes peñas huertanas, depositarias de toda una cultura de la huerta.
Excelente pórtico de una nueva edición de las Fiestas de Primavera, que continuarán, durante toda la semana, hasta su conclusión en el famoso desfile del Entierro de la Sardina, en la noche del próximo sábado.
Ello no obstante, hemos tenido que seguir asistiendo a lamentables escenas de personas con manifestaciones de importante ingesta etílica, entre ellos algunos jóvenes, que han dado lugar a que intervinieran los dispositivos sanitarios y de seguridad ciudadana. Y al caer la tarde, el sonido de las sirenas de vehículos de urgencias se hacía patente con bastante frecuencia en la ciudad.
EN MEMORIA DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA
Hoy se cumple el 78 aniversario de la proclamación de la II República Española, y transcurridos setenta años del fin de la guerra civil, parece hora de hacer memoria de lo que supuso el segundo intento republicano en nuestro país.
Aún conociendo el dicho de que las guerras duran cien años, y aún no han transcurrido estos, para que se olviden los rencores y odios que todo conflicto bélico produce, y máxime si se trata de una confrontación civil, como fue la de 1936-1939. Por eso aún a riesgo de no conseguir el consenso de objetividad que se pretende, trataremos de hacer un esfuerzo de reflexión histórica de este particular e importante periodo de la historia de España.
La II República española recibe la herencia de una sociedad casi analfabeta, profundamente atrasada, con un posicionamiento público eclesiástico temeroso a las reformas republicanas, y una economía esencialmente agraria, salvo los polos industriales catalán, vasco, y algo en el entorno madrileño, pero que no dejaba de ser una sociedad básicamente rural, que tenía pendiente la reforma agraria para evitar los grandes latifundios, junto a cantidades inmensas de jornaleros en situación de mera subsistencia.
Heredó, igualmente un ejército decimonónico de tradición golpista, muy desproporcionado, y mermado tras los desastres de Cuba, Filipinas y del Norte de África. Al tiempo, que recibía un Estado en proceso de descomposición, donde todo el S.XIX fue un continuo conflicto, que llevó desde la invasión francesa, a los múltiples pronunciamientos militares, guerras carlistas (por el trono), pérdidas coloniales, y una absoluta desmoralización social, ni siquiera superada por el último intento primoriverista, que tensionó aún más los conflictos territoriales en la Península.
Por consiguiente, era un país en auténtica ebullición, que clamaba un cambio radical, y que como decía Stanley G. Payne (“El colapso de la República”) tenía pendiente una revolución social y política por hacer.
Esta herencia que recibe el régimen republicano, no pudo afrontarla en sus tiempos, entre otras cosas, porque como decía Stanley G. Payne muy pocos apostaron por la República, de entre los sectores políticos de la época, lo que llevó a que los pocos que sí apostaron por ella carecieran de suficiente autoridad para gobernar.
Así, si recorremos el arco político –en la tesis de Payne-, ni la derecha, ni la izquierda apostaban por la República. No la quería ni la extrema derecha –que veía en el modelo fascista su icono a imitar-, ni la derecha católica, tradicionalista, de natural monárquica. Pero tampoco la izquierda hizo una apuesta decidida por ella, desde el anarquismo ibérico, con sus atentados y sus tesis libertarias, a los planteamientos socialcomunistas cuyo modelo estaba en la Rusia soviética, que en aquel entonces se postulaba propagandísticamente como un modelo serio y justo de gobierno social. Pues las purgas estalinistas las conoció occidente bastante después. Y para la legión de descamisados, de trabajadores en precario, aquello era una meta de seguridad y de justicia de sus tradicionales reivindicaciones. Tampoco apostaron por la República los partidos nacionalistas catalanes y vascos, que tenían un proyecto independiente de España. Luego, ¿acaso fue suficiente que algunos políticos, de los cuales hubo notables catedráticos universitarios, y eminentes pensadores apostaran por la República en medio de un clima social violento, y turbulento con polarización de la sociedad española?. Evidentemente no lo fue, de ahí el desajuste que se fue produciendo hasta el golpe de Estado que dio paso a la tragedia española del S.XX.
Sin embargo, con el transcurso de los años, nos encontramos algunas de las fisuras que dividieron a la población española entonces, y que aún no se han resuelto consensuadamente, como lo requeriría la situación, tales son los cleavages sociales de tipo territorial (centro – periferia), pues aún está pendiente por cerrar el Estado de las Autonomías, el relativo a la laicidad del Estado (que con la Constitución se llevó a una situación de aconfesionalidad), que aún pervive de forma recurrente, especialmente cuando se tratan cuestiones que afectan a valores morales y educativos, y en parte la cuestión social sigue perviviendo aunque muy atenuada por la generación de una importante clase media, pero que puede emerger con virulencia si continúan creciendo los niveles de desempleo que actualmente se están dando como consecuencia de la crisis económica.
viernes, 10 de abril de 2009
LA GRACIA DE BERLUSCA
Estos días Italia vive conmovida por la tragedia del terremoto de L`Aquila, con varios centenares de víctimas, y una ingente destrucción; en tanto que los supervivientes del terremoto se ven en la obligación de vivir en unos improvisados campamentos, dada la profusión de réplicas del seísmo.
Pero al mismo tiempo, se cierne la sospecha sobre las causas de los grandes estragos del suceso, que se asocian a defectos en la construcción de muchos edificios de la zona, especialmente aquellos de la década de los setenta del pasado siglo, puesto que no han llegado a aguantar los efectos del seísmo, pese a que supuestamente contemplaban medidas antisísmicas en su construcción, y dada la intensidad del terremoto, deberían haber aguantado, en opinión de los técnicos. Motivo por el cual, la justicia italiana ha abierto una investigación, que previsiblemente no llegará a ninguna conclusión culposa.
Todo lo anterior, unido a la apreciada descoordinación y falta de eficacia de los efectivos de seguridad intervinientes, según se nos reporta por los medios que siguen el suceso, nos lleva a considerar, que por encima de la modernidad, de la eficacia del progreso, especialmente de uno de los países más ricos del mundo, subyace una subcultura de la picaresca, la indolencia y en cierto modo de la “dolce vita” que suele acompañar a muchos pueblos latinos, donde la previsión, la responsabilidad y la eficacia no suelen asociarse con las actuaciones públicas. Pues tales efectos son consecuencias de de esa cultura de la irresponsabilidad, del pelotazo, de la imprevisión, y del clientelismo que parasita lo público, al punto de esclerotizarlo.
Por todo ello, resulta aún más patética la conocida declaración de Berlusconi, que en su cargo de Jefe de Gobierno, compareció para frívolamente afirmar que los supervivientes que estaban en las tiendas de campaña podían imaginar que se encontraban de camping. Si bien, cuando alguien le hiciera recapacitar sobre su insultante estulticia, pretendió justificarla con la indicación que se trataba de provocar la sonrisa de los niños. ¡Lo que le importará la sonrisa de los niños…!. Esto suele suceder cuando acceden a puestos de gobierno personas con escasa sensibilidad social, como se ha puesto de manifiesto en muchas ocasiones, y que gobiernan desde el control de la imagen y de la información, en una confusión de empresas privadas y Administración Pública que caracteriza la actuación de Berlusconi, que le ha hecho rozar la legalidad en más de una ocasión.
Además, muestra la crisis del sistema demoliberal en Italia, que no ha sido capaz de regenerarse, tras los escándalos de Andreoti, o Craxi, y han dado lugar a que un empresario populista, gane reiteradamente las elecciones por sus tentáculos de prensa, ante la pasividad de una sociedad que languidece en el “mundo del consumo” y la mediocridad. Pero que tiene que pagar “su pecado” de mantener a esta clase política, por la pasividad social en que se encuentra, cuando llegan momentos difíciles como los del suceso en cuestión, o como los de la propia crisis económica mundial que nos envuelve.
domingo, 5 de abril de 2009
LE LLUEVEN CRÍTICAS A LA MINISTRA DE DEFENSA
Algún medio digital se ha hecho eco de una supuesta crítica de la oficialidad del ejército, por unas fotografías que han circulado de la Ministra de Defensa en un acto castrense, en el que se aprecia a la titular de Defensa conversando con el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, mientras una capitán ayudante de la ministra le lleva el bolso y la gabardina a esta.
Parece, cuanto menos curioso, que cierto sector de la oficialidad del ejército considere poco menos que una afrenta de honor la actitud servicial de la oficial ayudante, tildándola de servilismo, por tratarse de una tarea impropia de un oficial del ejército. De nuevo la “honra calderoniana” aflora por importantes estamentos patrios, más pendientes de cuestiones formales que de fondo.
Como si no hubieran problemas técnicos y de fondo, en relación con la auténtica y necesaria dimensión de nuestro ejército, que desde que los gobiernos del PP –adelantando por la izquierda al PSOE- eliminaron el servicio militar, so pretexto de su profesionalización, que no parece que esté garantizada con contratos temporalmente limitados, a los que se incorpora gran parte de personas de otros países, que naturalmente poco o nada puedan estar comprometidos con los intereses españoles, más allá de lograrse una profesión temporal.
De manera que no se ha dado a conocer una auditoría seria del estado de nuestras fuerzas armadas en la actualidad, en solitario, y en relación con su integración en las fuerzas de la OTAN. Su capacidad técnica, y de respuesta rápida, y su distribución estratégica por el territorio nacional.
No se ha hecho un balance público de las ventajas e inconvenientes de la reducción de efectivos realizada sobre nuestras tropas, ni tampoco sobre la conveniencia operativa de tener contingentes en diversos conflictos fuera de nuestras fronteras. ¿O acaso no hay un límite de exportación de tropas, a partir del cual queda limitada nuestra capacidad de defensa nacional, auténtica función de nuestro ejército?.
Pero resulta de una especial frivolidad, este tipo de malestar, precisamente en unos momentos en que se está juzgando un lamentable suceso que afecta al ejército, como es el caso del Yak 42, donde parece que los responsables de la identificación y repatriación de cadáveres no estuvieron a la altura de las circunstancias, como tampoco lo estuvieron los encargados del flete del vuelo accidentado, según resultó publicado en su momento.
Por todo ello, ni a la Ministra de Defensa se le puede criticar por el encargo o por acceder a la solicitud de su ayudante en llevarle el bolso y la gabardina, ni a la oficial ayudante se le debe reprochar su cordialidad y gesto de servicio con su jefa. ¿O acaso tendríamos que ver mal que los ayudantes militares del Rey, le lleven los papeles de los discursos, se los entreguen y recojan, e incluso le ajusten la silla cuando se sienta o levanta?. ¿En la milicia, lo importante, no era servir y obedecer?. ¡Qué cosas…!.
Foto: El Confidencial Digital.
domingo, 29 de marzo de 2009
EL TROPEZÓN DE KOSOVO
La política exterior del gobierno español es uno de los puntos sensibles de su acción de gobierno, por lo que supuso de cambio en las relaciones internacionales la nueva política exterior del Presidente Zapatero, frente a la de su antecesor.
Aznar llevó a cabo una política exterior pro norteamericana y atlantista, dentro de la configuración del realismo político internacional, que se ubicaba en los parámetros de la “paz romana” (si quieres la paz, prepara la guerra), mientras que el Zapatero se ubica dentro de los planteamientos del idealismo político internacional, con su habitual discurso de la alianza de civilizaciones –lo cual no es baladí, pues por el conocimiento cultural, y comercial, los pueblos pueden llegar a entenderse, salvo las satrapías que aún persisten en el mundo, las cuales sólo responden a la contención bélica-.
Sonado fue el posicionamiento respecto de la guerra de Irak, que llevó a polarizar la opinión pública española, frente a las tesis intervencionistas norteamericanas, que acabaron por una rápida salida del ejército español de la zona de conflicto. Lo cual, representaba más un símbolo de posicionamiento ideológico que una auténtica realidad práctica de pacifismo del gobierno de ZP, dada la intervención de nuestras tropas en otros conflictos internacionales, dentro del marco de la ONU. Pero que nos llevó unas ásperas relaciones con el “gran hermano yankee”, que con el cambio presidencial parecían haberse suavizado, pese a la acción de la diplomacia española.
Ha sido el súbito anuncio de retirada de las tropas de Kosovo lo que ha traído un nuevo vendaval diplomático y de polémica pública sobre la decisión de ZP de abandonar aquel conflicto, y de nuevo se ha planteado la sumisión española al “amigo norteamericano”, con la rápida presencia en Washington del Secretario General de Presidencia del Gobierno español a dar una explicación del anuncio de la ministra de Defensa española.
España, país soberano e independiente, puede decidir donde y cómo estar. Pero no es menos cierto, que cuando se asume cierto status internacional, también se asumen obligaciones derivadas de los compromisos internacionales, propios de buena vecindad, y esos compromisos, sin negar la acción del Estado soberano, condicionan al menos el procedimiento. Porque algo se habrá hecho defectuosamente desde el gobierno español, cuando el anuncio de una decisión de retirada ocasiona tal cascada de reacciones adversas y de irritación de nuestros aliados. Claramente ha fallado la comunicación, y en este caso la coordinación interministerial entre los departamentos de Defensa y Exteriores, que deberían de haber actuado de mutuo acuerdo para avanzar la decisión española a los aliados, dado que toda retirada de tropas de un conflicto supone una merma en la acción militar, que ha de ser prevista y suplida para que no tenga consecuencias indeseables, y tal hecho no resulta improvisable, ni es aconsejable que se realice furtivamente.
Tuvimos la oportunidad de habernos apartado de la zona, con ocasión del apoyo a la independencia de Kosovo que España no compartió, y hubiera sido una retirada mucho más digna, por la disensión política que supone tal planteamiento, y las consecuencias de estar apoyando militarmente una zona secesionada de otro país con el que España mantiene relaciones diplomáticas, amen del nocivo contagio que supone para consumo doméstico. Y tal decisión, si se hubiera ejecutado debería de haberse asumido por los aliados como consecuencia de sus propios intereses en el debilitamiento de Serbia, que no necesariamente habría se ser compartido por todos sus aliados. Pero el anuncio de retirada hecho por Carmen Chacón, sin al parecer consensuar con los aliados, resulta cuanto menos frívolo, y de hecho ya nos ha pasado factura –que seguirá pendiente de cobro en nuestras relaciones con los aliados-. Pues de hecho, resulta un absurdo pagar este alto precio de desprestigio y desconfianza internacional, cuando podíamos haberlo evitado, sin perjuicio que nos lo harán pagar más pronto que tarde, sin ir más lejos, en forma de mayor contribución de tropa con destino a Afganistán. Y realmente, para ese viaje no hacían alforjas.
Lástima porque Carmen Chacón tenía una buena ejecutoria política aquilatada, pero con la precipitación –propia o sugerida- ha dado un complicado y comprometido “tropezón”; y en el caso de Zapatero, una cosa es que España mantenga cierto grado de independencia y libertad en el ámbito internacional, y otra que aparezcamos como un país de amistad poco recomendable, como “el socio que te deja en la estacada a las primeras de cambio”, lo cual conlleva un considerable descrédito en el ámbito internacional, y afecta a la potencial seguridad del Estado, en tanto que dificultaría razonablemente la demanda de asistencia en cuestiones de interés nacional.
Por ello, se hace necesario que el gobierno español diseñe un modelo de política exterior, conforme a los intereses de nuestro país, que vaya adaptando a las circunstancias sin dar bandazos, ni sobresaltos, que habrían de repercutir negativamente en nuestros vecinos y aliados.
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