martes, 23 de julio de 2013

LA NEGACIÓN DE GALLARDÓN


El Ministro de Justicia ha anunciado su retirada de la política, al término de su mandato como Ministro, en lo que dice haber colmado sus aspiraciones políticas de toda una vida, tras de haber desempeñado altos cargos institucionales y en el PP, lo cual no ha pasado desapercibido en este “caliente verano” que nos está dispensando la clase política española.
La cuestión no ha dejado de sorprender a los que han escuchado tan extemporánea como lejana declaración de voluntad, que además no es la primera vez que Gallardón hace; naturalmente en contextos personales y políticos distintos.
Centrándonos en el presente caso, la afirmación de Alberto Ruíz Gallardón habría que ponerla en larga cuarentena, pues largo lo fía, y actualmente en política –con la que está cayendo- no se puede afirmar nada concreto más allá de lo inmediato, pues la dinámica de los acontecimientos cambian por completo el escenario de análisis y la consecuente toma de posición.
Pero además, en la actualidad estas declaraciones se hacen en un delicado contexto político-judicial para el PP, debido al affaire Bárcenas, que está poniendo contra las “cuerdas” al mismísimo presidente del Gobierno, que a regañadientes va a comparecer ante el Congreso a demanda de toda la oposición que piden algo más que explicaciones formales sobre el affaire, con unas encuestas que muestran una caída del voto propio del PP en torno al 60%, que son realmente las razones que llevarán a Rajoy al Congreso –más que la petición unánime de la oposición política, que por sí misma no cuenta con la mayoría para poner en aprietos a Rajoy-. Y en todo ese contexto, hay analistas políticos que han señalado el más que conveniente relevo de Rajoy en la Moncloa y en Génova, ante lo cual, dada la potencial magnitud del affaire Bárcenas, se barajaba como potencial candidato al propio Alberto Ruíz Gallardón, al que parece ser no le alcanzarían los efectos destructivos del caso Bárcenas. En tal contexto, y a preguntas de un periodista que así le señalaba como la sucesión posible, se produjeron las declaraciones de Gallardón, anunciando su futura marcha de la política.
Naturalmente en ese contexto, parece poco creíble, como poco razonable pensar que respondan a una meditada intención de su autor de dejar la primera línea política, sino más bien, la manera diplomática, elegante, de viejo superviviente político, para salir de este atolladero de incierta resolución, en la que lo más recomendable es la prudencia, y conforme a ella, “ponerse de perfil”, como más o menos ha hecho Gallardón. Por consiguiente, no creemos que tal anuncio tenga un auténtico valor decisorio. Como no lo tuvieron las declaraciones de su compañera Esperanza Aguirre cuando dijo que abandonaba la política, sin que los hechos lo hayan confirmado.
No hemos de perder de vista que Alberto Ruíz Gallardón es uno de los políticos españoles en activo con mayor “vis política”, que ha hecho una amplia carrera política, y que ha venido persiguiendo el posicionamiento estratégico en el Partido e institucionalmente para postular su liderazgo, que le ha llevado a más de una confrontación con compañeros de su propio Partido, así conocidos son los desencuentros con Esperanza Aguirre, su equidistancia con Génova, su acercamiento a Aznar y a Botella, y sus maniobras para que Rajoy le incluyera en su ejecutivo. Por lo que no creemos, que haya llegado hasta aquí, para abandonar ahora, precisamente  cuando más cerca está de conseguir su logro ante la acuciante crisis que tiene encima Rajoy, cuyo cierre definitivo pasaría por su dimisión (ante unos amistosos SMS a Bárcenas que no hay por dónde cogerlos), siendo ese el más que previsible momento de Gallardón.

Recordemos que el mismísimo San Pedro negó tres veces…..

1 comentario:

  1. MENTIROSOS A GOGÓ: esta es la moral de nuestra clase política. Afirmar y negar casi al mismo tiempo y espacio, contraviniendo las leyes más simples de la lógica.

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