TVE ha emitido una entrevista realizada por
el veterano periodista Jesús Hermida al Rey Juan Carlos, con ocasión del
septuagésimo quinto cumpleaños del monarca. Entrevista que tiene especial valor
periodístico y documental por lo inusual de las mismas, así como por el estado
de cosas que últimamente está viviendo el país y la propia monarquía.
Conociendo el perfil del entrevistador es
fácil imaginar el estilo de entrevista de claro, abierto y expreso vasallaje,
nada reprochable si se le pudiera aplicar aquello de que “lo cortés no quita lo
valiente”. Pero me temo que no le puede ser de aplicación.
Hermida se movió por la estratosfera en todo
momento, tal parece que después de haber retransmitido el famoso alunizaje
americano en los sesenta se hubiera quedado él allí también. Todo era de un
planteamiento general, inconcreto, casi metafísico. Nada de cuestiones
concretas que preocupan al pueblo soberano.
Por parte del monarca se transmitió su buena
voluntad, su declarado sacrificio y
esfuerzo personal, su amplia confianza en las capacidades del pueblo español,
además de los conocidos tópicos al uso en tal tipo de conversación, que no
ahonda en ningún tipo de análisis, y menos en propuestas concretas.
Ciertamente que entrevistar al Rey tiene gran
complejidad, no tanto por las preguntas que se le puedan dirigir, sino por las
respuestas y sus formulaciones. Dado que en su posición de árbitro de la vida
política, cualquier respuesta puede siempre interpretarse como toma de posición
concreta en una determinada opción política.
De hecho, ya ha mostrado su queja el Diputado
de IU Gaspar Llamazares al interpretar que el Rey cruzó esa línea supuestamente
prohibitiva al mostrar su disconformidad con los planteamientos secesionistas,
de ruptura de la unidad nacional. ¡Algo que nos extraña que motive la queja del
Diputado comunista!. Pues también el Rey es garante de la unidad de España,
símbolo de su unión.
Además ¿cómo puede un Jefe de Estado –como es
el caso del Rey- hablar de cuestiones de Estado sin que se interprete como toma
de posición política?.
Para eso, habría que haber dejado a Hermida
hablando y preguntando por “hechos generacionales”, que parece que era lo “políticamente
correcto”. Pero también podemos pensar los ciudadanos que, entonces se trata de
una “entrevista virtual”, incluso prescindible.
Por consiguiente, hemos de insistir en el
valor que tiene la Jefatura del Estado en su configuración constitucional, que
es algo más que mero símbolo virtual, para la defensa del Estado, de la Nación
española, de su tradición –de la que la monarquía es depositaria-, para su
afianzamiento frente a movimientos centrífugos, insolidarios y disgregadores de
una unidad que ha de cuidarse y laborarse diariamente, pues solo así España
mantendrá su fortaleza interior y exterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario