miércoles, 24 de diciembre de 2008

¿DINERO PÚBLICO AL REAL MURCIA?


La otra noche, en una televisión local, comparecieron el presidente circunstancial del Real Murcia, Juan Guillamón, y el concejal de deportes del Ayuntamiento de Murcia, para debatir en público sobre la complicada situación deportiva y financiera del Real Murcia, a la que uno añadiría incluso institucional, pues sus dueños lo tienen puesto en venta, e ignoramos su futuro.

Ante esta emotiva puesta en escena, de “hombres buenos y esforzados” que pretenden sacar del caos al club, que ya tiene decidido su futuro por parte de sus propietarios: “¡la venta al mejor postor!”. Parece ingenuo pensar que Guillamón va a poder hacerse cargo de forma real y eficaz de la marcha de la institución grana, para sacarla de la profunda crisis en la que está, y en la que –dicho sea de paso, y sin ánimo de molestar- en alguna forma ha podido contribuir él también, en tanto que miembro de una “directiva de opereta”, en manos de los Samper, como lo es actualmente “un presidente-cartel”, no un auténtico factor mercantil de la sociedad de la familia Samper.

Por consiguiente, no creo que la salvación pueda venir de la mano de Guillamón, en tanto que “arte y parte” de la función que estamos presenciando, en la que le han dado el papel de “enterrador”, “hombre bueno” conocido en Murcia, para que trate de interlocutar con la elite político-financiera murciana para buscar una salida a la desesperada. Entre tanto, sus nominadores en el club, y auténticos amos de la casa, buscan una salida mercantil con la venta del mismo al candidato que se lo compre.

Claro que en este “reparto de papeles”, Guillamón juega el suyo, con la clásica y poco ingeniosa salida, de llevar el problema a las Instituciones murcianas, y a la Caja de Ahorros de éstas, en donde dejará caer la hipótesis de la pérdida del club –por defunción, o por traslado-, y los políticos –como el resto de la afición, no querrán saber nada de eso-, forzando así la probable buena voluntad del Alcalde –por medio de su concejal, Cascales- que en su día no hicieron bien los deberes de blindar el futuro del Real Murcia cuando tuvieron a los Samper tras ellos a la búsqueda de los terrenos de la Nueva Condomina.

De tal manera, que en el programa televisivo en cuestión, se manifestó la realidad catastrófica del club, el voluntarismo de un presidente que –preside, pero no gobierna-, y la intención pródiga del edil de deportes que ya anunció que se harían cargo de apoyar al club para sacarlo de esta situación, aclarándose que el apoyo que requiere asciende, ni más ni menos que a un millón de euros… ¡Cómo se nota que a Cascales no le cuesta ni un duro..!. Naturalmente no se sabemos si esa cantidad se donará para “redondear” la donación de los terrenos, si con eso se comprarán acciones para que sean del Ayuntamiento o de Cajamurcia, o si realmente se le comprará el club a los Samper.

Ante esta situación, he de manifestar que aún queriendo al Real Murcia, me niego a que en una situación económica como la que estamos viviendo, se le resuelva el problema a los Samper, máxime con dinero público. Y sobre todo, para garantizar unas fichas multimillonarias de una plantilla que además no se lo merece.

Según este planteamiento, tendría que pagar el Ayuntamiento de Murcia al CB Murcia, al CAV Murcia 2005, al Contentpolis-Murcia, etc, más allá de lo que lo esté haciendo, y esa no es la finalidad de las Instituciones Públicas. Si los clubes deportivos de primer nivel pasan apuros económicos –como toda la sociedad, en una crisis-, tendrán que aprender a “apretarse el cinturón”, y si no volver al terreno amateur, de no tener una afición que se pueda hacer cargo de la cuenta que genera su club deportivo.

O ¿acaso le resuelve el Ayuntamiento el problema económico a muchas empresas que se han visto obligadas a cerrar, dejando en paro a muchos padres de familia?.

Aunque sólo sea por razones de ética y de justicia social, no se deben de andar esos pasos, que con tanta disposición aparenta dar el Ayuntamiento.

El Real Murcia es una Sociedad Anónima Deportiva, por tanto una sociedad mercantil, luego la solución económica han de darla sus propietarios. Otra cuestión, es que a una entidad financiera le resulte oportuno hacerse con la mayoría de las acciones del Real Murcia, pues todo así se resuelve en el ámbito privado de lo mercantil.

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