domingo, 26 de abril de 2009

LA DESESTABILIZACION DE LA SOCIEDAD DEL BIENESTAR


Resulta frecuente encontrarnos con quejas personales y sociales sobre la injusticia en el mundo, y cada día más sobre la reivindicación de pretendidos derechos, muchos de ellos ni siquiera consolidados. Pero pocos son los que valoran la generosidad que nos brinda la vida a muchos, por el mero hecho de haber nacido en unas determinadas latitudes geográficas, especialmente en el hemisferio norte, más rico, desarrollado y estable que la mayoría de los Estados del hemisferio sur, mucho más pobres, inestables y subdesarrollados.
Hasta tal punto es así, que el norte rico –especialmente el norte occidental- se ha ensimismado en sus propias circunstancias de vida, holgada, estable, protegida, dando lugar incluso al invento del Estado Social –gran logro de modelo organizativo, que debería ser exportable-, pero lejos de hacerlo extensivo a otras latitudes, nos lo recreamos como si sólo existiéramos nosotros sobre la faz de la tierra, y nos dedicamos incluso a dar prédicas a los que andan soportando injusticias, atraso social, analfabetismo y pobreza. Lugares que no tienen ninguno de los servicios públicos que tenemos en el “mundo rico” para prevenir situaciones de menoscabo económico y social, más allá de la mera caridad de la red que precaria, pero beneméritamente establecen religiosos y laicos en acciones de cooperación.
Pero resulta que la crisis económica, generada en el mundo de las finanzas ávidas de ganancia rápida, fácil, a veces despiadada, ha mostrado una vez más la versión hobbesiana de que el hombre es un depredador para el propio hombre. Y esa codicia ha llevado a una desestabilización de la sociedad del bienestar, que para que permanezca requiere estabilidad económica, social y política, habiéndose alterado ya las dos primeras, especialmente en nuestro país, donde el paro supera ya los 4 millones de personas, y donde se registró el cierre de 88.472 empresas entre enero y marzo. Y por si fuera poco, aparece una epidemia, con visos de pandemia, de gripe porcina, de la que parecen haberse detectado los primeros casos en España.
Esto tiene las dimensiones de plaga bíblica, que algunos interpretarán en clave escatológica. Pero lo que está claro es que nos hace presente la contingencia de lo humano, su caducidad, ante las falsas seguridades que aparentan las grandes Instituciones, el pertenecer al llamado primer mundo, incluso el ser miembro de la UE, en la que se nos aseguraba una estabilidad y un nivel de vida inimaginable hace cuatro décadas.
Por consiguiente, ese sentimiento de inseguridad, de inestabilidad, sólo equiparable a los de los grandes conflictos bélicos, es el que se empieza a palpar en nuestra sociedad, donde nada es fijo y estable si es producto humano, y mucho menos seguro. Esta civilización ha llegado a idolatrar el progreso, tanto en su vertiente científica –de la que estamos padeciendo sus excesos-, médica –si bien al final la persona acaba falleciendo-, político –si bien, democracia no es votar cada cuatro años, pues se reiteran los ejemplos de privilegios desde el poder y para el poder-, y económico –cuando se desestabiliza el bienestar en menos de un año, y peligran hasta las pensiones-.
Claro que esto, a lo mejor, nos hace ser más pragmáticos, menos confiados, y nos lleva a reelaborar las reglas de juego de la convivencia democrática, al tiempo que nos saca del hastío vital en que nos han ubicado desde culturas consumistas y hedonistas, y empezamos a ser más solidarios con nuestros congéneres, que de forma crónica carecen de ese progreso –aunque sea coyuntural-, ya que no pueden combatir epidemias por falta de dinero, y no salen de la pobreza porque en definitiva ese es el rol que parece se les ha asignado.

domingo, 19 de abril de 2009

ENTREVISTA AL PROF. SANTIAGO FERNÁNDEZ ARDANAZ


Santiago Fernández Ardanaz es profesor universitario en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Intelectual, escritor, trabajó durante varios años como corresponsal en Italia. Su último libro, agotado, sobre la figura del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue censurado en aquel país. Recientemente premiado por el Club Internacional de Prensa y VMPress, el profesor Fernández Ardanaz traza en esta entrevista un perfil de la situación actual de Italia, así como de su futuro. Tampoco olvida analizar el fascismo y el maquiavelismo, productos originalmente italianos, así como la mafia y la camorra, dos organizaciones que controlan gran parte de la economía, a través de un complejo entramado del que no quedan ajenos políticos y otros personajes influyentes de la sociedad italiana.
¿Qué pretendió plasmar con su libro?.
Cómo una sociedad moderna y democrática puede entrar en un callejón sin salida, acuciada y engañada por el control de los poderes de la comunicación al servicio de las ambiciones de un personaje o grupo económico-social.

Italia lleva años bajo la dirección de Berlusconi, ¿ha sido un progreso para Italia?
Resulta un misterio cómo un pueblo inteligente, acostumbrado a las martingalas de los partidos y de los grupos paraestatales puede caer en una dinámica al servicio de poderes que no son los generales y del bien común sino de una serie de grupos liderados y armados con los instrumentos más refinados para el arte de convencer. Italia como estudio en mi libro estaba saliendo de un sistema donde los intereses de partido estaban por encima de los intereses generales y donde dos partidos se enfrentaban entre sí (democristianos y comunistas) haciendo imposible todo arte de gobernar y haciendo caer en manos de políticos de carrera sin escrúpulos y corrompidos toda decisión político-social. En el libro describo las fases de la “revolución a la italiana” que fiscales y jueces emprendieron desde 1990 y que hizo resquebrajarse el sistema corrompido (“tangentópolis”, el sistema de la compra de votos y políticos mediante la corrupción). Parecía que todo iba hacia la refundación de una nueva sociedad italiana, cuando surgió un extraño personaje con el carisma del éxito y presentándose como el imposible de dejarse corromper porque era ya “tan rico y pleno de éxitos” que nadie lo podía utilizar: el Berlusconi mariscal de las nuevas televisiones. Lo que describo en mi libro es la Italia que encuentra Berlusconi, las dinámicas sociales que llevan al deseo del pueblo de un líder limpio y por encima de los juegos de la politiquería… Así entró Berlusconi en Roma al final de una marcha memorable (al estilo de Mussolini, no lo olvidemos).

¿Hay crisis del sistema demoliberal en Italia, tras el vaciamiento de la democracia cristiana, y de los escándalos de corrupción de Andreotti, o Craxi?
Ciertamente la ascensión de Berlusconi que describo en el libro surge de las cenizas de un sistema caduco y sobre todo tan enfrentado entre dos polos que se anulaban el uno al otro a la hora de gobernar. En el libro describo “el arte tan italiano de vivir sin gobiernos”.

¿No cree el ciudadano italiano en su sistema democrático, o en los partidos tradicionales?
El elector italiano estaba ya cansado de los juegos a sus espaldas de politicos corrompidos; lo que ha sucedido en estos últimos 15 años es que un pueblo que se podía creer “maduro en el juego democrático”, se ha demostrado de una fragilidad y falta de juicio crítico social como para ser convencido por los nuevos juegos televisivos de un titiritero genial como Berlusconi. También se ha revelado la fragilidad de un sistema centrado en una mayoría absoluta: quien conquista esta mayoría absoluta pude gobernar de espaldas a sus propios electores, se convierte en una dictadura que recibe –esta es la paradoja- su justificación por parte de un sistema electoral democrático.

¿Es Berlusconi el producto de la decrepitud del sistema, o es la solución al mismo?
La decrepitud del sistema fue la ocasión para entrar y vencer. Berlusconi nunca ha propuesto ninguna solución ni económica, ni política y mucho menos social. Vive de la escena, de saber engatusar a sus electores y sobre todo vive de la ineptitud e incapacidad de los partidos democráticos para encontrar un programa común y un líder con poder de dirigir. Todo esto hay que contextualizarlo en un momento de crisis económica y social: una sociedad, la italiana de los años 70-90, basada en la manufacturación y venta de sus productos a los países menos desarrollados sin importar la calidad de sus productos (y mediante unos sistemas de economía sumergida) es sustituida por sociedades que copian exactamente estos mecanismos de producción, como la española después, o la hindú o la china ahora.

¿Dónde está el semillero de voto de Berlusconi?
En la clase media alimentada por los hijos de los antiguos obreros y campesinos, y sobre todo entre los comerciantes, donde la consigan del dinero fácil, del puesto seguro, y engañados por una cultura del éxito a la carta, ha creado una masa de ansiosos, desilusionados y frustrados que esperar en el poderoso una solución que cada vez se aleja más.

¿Hay tensión territorial en Italia actualmente, entre el norte y el sur?
La ha habido en todo el siglo XX y la inmigración interior del sur al norte parecía que había limado las asperezas, pero en cuanto el flujo del sur hacia el norte ha sido sustituido por la inmigración africana y asiática, los mismos nietos de los antiguos inmigrados del sur italiano han elevado barreras de insolidaridad y rechazo de todo lo ajeno y extraño, no ya desde un plano territorial sino social. La Liga del Norte y los movimientos de exclusivismo económico y social (a los que se añaden las justificaciones del fundamentalismo católico) se alimentan de esta barrera que ya no se retroalimenta por la contraposición entre italianos del sur y del norte sino entre los del sur y del norte que son ya categorías socio-económicas, donde las cuestiones sociales se unen al rechazo de los de fuera, en este caso albaneses, rumanos, asiáticos o africanos.

El fascismo, y el maquiavelismo son productos italianos ¿hay una cultura autoritaria en el pueblo italiano, o más bien manipulativa?
La cultura de la imposición y del exclusivismo nace en todos los sitios, yo no he visto que sea propia del pueblo italiano sino de aquellos centros de poder que necesitan de ideologías que justifiquen sus motivaciones socio-económicas. Y estos centros de poder como nos está enseñando el naciente siglo XXI crecen en Europa como en Asía o en los Estados Unidos de América. La cultura de la tolerancia es un fruto de lento crecimiento, mientras la de la intolerancia es explosiva. El pueblo italiano es tolerante como el español, mientras no se toquen sus intereses vitales.

La mafia, la camorra, también son productos italianos ¿hay un humus social que alimenta este tipo de fenómenos?
Hay un humus histórico, ante el vacío de poder de un estado lejano o en manos de cuatro oligarquías, los ciudadanos del sur se veían obligados a generar sus propios centros de autodefensa. Las coscas mafiosas nacen así, como he descrito en mi libro. Pero hay evoluciones sociales después de la última guerra mundial que hacen dar un salto cualitativo a las asociaciones mafiosas para convertirlas en auténticos polos alternativos de poder económico, social y político. A partir de los años 80 la mafia es un auténtico sistema de poder con capacidad de resistir al mismo Estado italiano y de infiltrarse en el sistema económico y político. En el libro dedico varios capítulos a estos mecanismos de la nueva mafia.

En Italia es decisiva la posición del Vaticano, ¿ha influido en los últimos años en la política doméstica, o se retiró con la caída de la democracia cristiana?
El Vaticano con su mano larga la iglesia italiana es un poder que penetra la entera sociedad italiana desde un punto de vista multipolar: en Italia la religión no se puede separar de la política ni la de economía ni de los movimientos sociales y culturales. Esta sinergia es la base de la presencia fáctica del Vaticano en Italia. No se pueden separar el uno del otro. La pretendida separación entre estado e iglesia, la laicidad del estado es un puro sueño en el caso italiano. Desde cualquier ángulo que se estudie, económico, cultural, social, (como hago en mi libro), el Vaticano/Iglesia está siempre presente en el tejido medular de la sociedad italiana, hasta en los llamados “territorios rojos”, el cato-comunismo es un hecho cultural y social de gran interés para entender el sistema italiano.
¿La democracia cristiana italiana se vino a bajo por rencillas internas de poder, por desafecto de la ciudadanía, o por intromisiones eclesiásticas?Se vino abajo cuando los dos polos (democristianos y comunistas) se neutralizaron entre sí de tal manera que ya no era posible gobernar. Los socialistas de Craxi trataron de romper este nudo gordiano, pero cayeron en su misma trampa, por la revolución de los jueces y fiscales contra la corrupción.

¿Es la sociedad italiana una sociedad clientelar en lo político?
Si por clientelar entendemos unas redes de mutua ayuda entre los miembros de determinados polos de poder, lo es como cualquier sociedad humana. Ciertamente las redes clientelares en la política italiana han constituido y siguen constituyen el tejido base de la sociedad italiana, pero no sólo para la formación de familias dentro de los partidos, sino (como en todas partes, por ejemplo, en la sociedad española, o en la china o en la estadunidense) para el acceso al trabajo, a la formación en centros especiales, a los mismos centros de diversión y ocio.

¿Funciona una variante caciquil en la Italia rural?
Si hablamos de ante de 1990, ciertamente, como en todas las dinámicas sociales del medio rural en Europa y en otros sitios. Si hablamos de la Italia que yo analizo, estos caciquismos se han trasformado tomando otras máscaras sociales, económicas y religiosas (muchos movimientos religiosos y no sólo en Italia, tienen la estructura de redes tejidas por caciques socio-económicos, sea de tipo patriarcalista o de bandos).

¿Cómo ha apreciado la intervención del Gobierno de Berlusconi en el trágico suceso del terremoto de L´Aquila?
Nivel de comunicación con las típicas meteduras de pata “berlusconianas”, a nivel del pueblo como tantas veces he experimentado: con un inmenso movimiento de solidaridad y de ayuda, como es típico del pueblo italiano. Por ahora no ha habido intervención del gobierno, se verá a lo largo del año.

¿Qué saldo ha aportado Berlusconi a la sociedad italiana?
Según los datos económicos mientras Italia se endeudaba en 120.000 millones de euros, las empresas de Berlusconi pasaban de una deuda de 20.000 millones a un superávit de 60.000 (en sólo el año 2008). Es un dato puramente accidental.

¿Qué futuro le prevé?
No soy profeta, no veo alternativas ni en el centro ni en el centro-izquierda italiano, más bien la fusión de la fascistas de Alleanza Popolare de Fini con la Italia Della Libertà supone un nuevo aliento a la permanencia del Berlusconismo. En el centro-izquierda por ahora no hay capacidad de generar un polo unitario. Y mientras Berlusconi posea la red de medios de comunicación que posee (ahora tiene además la pública de la RAI-Italia), no se pueden adelantar cambios.

¿Necesita Italia una regeneración política, o por el hecho de estar en la UE y en el G 20, todo se legitima?
En este año y en el siguiente la crisis económica global no puede dejar de manifestarse en la vida social y por lo tanto en la vida cultural, es decir, en el campo de las ideas, de los proyectos y de los símbolos sociales. Estos cambios habrá que seguirlos con gran atención, porque no sólo afectarán a la sociedad italiana sino también a la española.

LE HACEN “LA PASCUA” AL NUEGO GOBIERNO DE ZP


Tras la inusitada crisis de gobierno, resuelta con la ligereza del que busca “oxígeno”, hemos visto a los nuevos ministros y a sus confirmados colegas, cómo se disponían a trabajar en Semana Santa, intentando transmitir una imagen de dinamismo y actividad, que alejara aquella del letargo crónico atribuido al Ministro Solbes, y del noqueo general del gabinete ante los efectos de una crisis negada hasta la extenuación.
En cualquier caso, dados los antecedentes, ese dinamismo prefabricado nos lleva a sospechar que responda más a una campaña de marketing que de una actividad real encaminada a ponerse las pilas para actuar rápido y acertadamente ante la crisis económica.
De todas formas, vistas las biografías y trayectorias profesionales de los nuevos ministros, al menos tres de ellos nos parecen que no responden a las necesidades creadas sino a estrategias de política partidista en una coyuntura que podrían considerarse hasta frívolas. Tal resultarían ser los casos de las dos Vicepresidencias, tanto la de Economía, como la que se encomienda a Chaves, y mucho más el relevo clientelar en la cartera de cultura, desaprovechando una ocasión única para prescindir de un ministerio, que apenas tiene competencias propias, contribuyendo al ahorro en el gasto.
El relevo de Solbes, aunque el mismo pudiera haberlo deseado, no parece que haya sido muy acertado con la ministra Salgado, dada la existencia de otros profesionales de la economía de gran cualificación en las filas gubernamentales. Además, uno de sus primeros gestos ha sido aparcar el proyecto de ley de reforma de las cajas de ahorros que trataba de reducir el protagonismo político en la dirección de las mismas, y darle entrada a la participación privada en su capital. Todo un gesto, más de dominio político, que de carácter técnico, especialmente con la que está cayendo. Especialmente significativo cuando dicha reforma la habían postulado su antecesor y el gobernador del Banco de España.
Por su parte, el traslado de Chaves a Madrid huyendo de la “quema” de las encuestas andaluzas, procurando darle una atribución “patriarcal” de arbitraje entre las “taifas autonómicas”, tampoco parece que sea muy eficaz, dado que estas buscan poder y dinero, y este segundo no depende del inventado ministerio. Aparte, que no ha sido un ejemplo de buen gestor en su feudo andaluz. Luego parece que se busca reflotarlo antes que se hunda, al tiempo que haga de “padrino político” de Zapatero en el ámbito del partido y del “sindicato hermano”. O sea, del cariño que les demandó a los suyos.
Finalmente, la incorporación al Ministerio de Cultura de Gonzalez-Sinde, desde la presidencia de la Academia del Cine –creada por su padre-, parece una clara concesión al clan de la farándula que en las pasadas elecciones hizo pública postulación por el presidente Zapatero. Y posiblemente en ello, esté la motivación profunda de dicho nombramiento.
Por todo lo cual, vemos más razones de estratagema política y de marketing, que de fundamentos objetivos, al menos para estos cambios ministeriales.
Pero, la puesta en escena del dinamismo de la pasada semana, se ha roto con unas declaraciones del entorno gubernamental, del “fuego amigo”, que le ha hecho la pascua a Zapatero en pleno estreno del gabinete remodelado. Tales declaraciones han sido las del Fiscal General del Estado, que señaló una grave falta de colaboración a la Policía, algo que de ser cierto debería de haberse solventado en otras instancias oficiales e internas, en vez de en un almuerzo de una agencia de prensa. Y que han sido rebatidas con determinación por el Ministro del Interior, y que han dado lugar a una corrección del mismo Fiscal, posiblemente consciente del lío que habían generado sus palabras, que han enfadado a los sindicatos policiales, que le anuncian querellas.
La otra “pata de banco” la ha vuelto a sacar, ni más ni menos que el Gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordoñez, del que pocos dudan de su capacidad técnica, y de los datos a su alcance para sugerir un replanteamiento del sistema de pensiones ante el gasto y falta de ingresos que se está generando en la Seguridad Social, derivada de la crisis. Declaraciones que han sido anatematizadas por parte del ministro de Trabajo, y por las centrales sindicales mayoritarias, como innecesarias y alarmistas.
Si el Gobernador del Banco de España, al que ha puesto este Gobierno y al que le quedan aún varios años de Dirección, hace esta pública reflexión, en consonancia con otra anterior de revisión del modelo de relaciones laborales, dada la ingente cantidad de paro de nuestro país en el entorno de la UE, alguna autoridad moral y técnica tendrá en hacer estas sugerencias a los que hasta hace poco aún negaban la existencia de la crisis, y están manifestándose ineficaces en la adopción de medidas que la atajen y reduzcan las dramáticas cifras del paro. Por un mínimo de humildad y sensatez, deberían atender las razones de su tecnócrata. Ya que de no hacerlo, y descalificarlo –como han hecho- aumentan las dudas de la veracidad de las declaraciones gubernamentales, especialmente dada la experiencia que ya tenemos de falta de claridad, ocultación o incluso declaraciones públicas mendaces.
Por tanto, este último punto, especialmente sensible y posible, debería de ser tratado en sede parlamentaria, junto con unas propuestas de cambios económicos estructurales que puedan ajustar la economía española a las necesidades reales. Tal cosa, y no la mera palabrería, sí que contribuiría a dar sosiego y relativa confianza a la ciudadanía, más que las consignas del estratega político de turno, cuya credibilidad actualmente no parece estar en sus mejores momentos.

martes, 14 de abril de 2009

ARRANCAN EN MURCIA LAS FIESTAS DE PRIMAVERA


El Bando de la Huerta, primero de los desfiles de las Fiestas de Primavera murcianas, ha desfilado por Murcia con el éxito que tradicionalmente acompaña a esta fiesta de rememoración de las costumbres huertanas, con la participación de más de veinte carrozas y personas ataviadas con las vestimentas de época.
El desfile ha sido seguido masivamente por la población a lo largo de todo su amplio recorrido, que posteriormente se han desplazado a las numerosísimas barracas para seguir degustando los productos de la huerta murciana, dentro del tipismo tradicional representado por estos establecimientos regidos por las diferentes peñas huertanas, depositarias de toda una cultura de la huerta.
Excelente pórtico de una nueva edición de las Fiestas de Primavera, que continuarán, durante toda la semana, hasta su conclusión en el famoso desfile del Entierro de la Sardina, en la noche del próximo sábado.
Ello no obstante, hemos tenido que seguir asistiendo a lamentables escenas de personas con manifestaciones de importante ingesta etílica, entre ellos algunos jóvenes, que han dado lugar a que intervinieran los dispositivos sanitarios y de seguridad ciudadana. Y al caer la tarde, el sonido de las sirenas de vehículos de urgencias se hacía patente con bastante frecuencia en la ciudad.

EN MEMORIA DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA


Hoy se cumple el 78 aniversario de la proclamación de la II República Española, y transcurridos setenta años del fin de la guerra civil, parece hora de hacer memoria de lo que supuso el segundo intento republicano en nuestro país.
Aún conociendo el dicho de que las guerras duran cien años, y aún no han transcurrido estos, para que se olviden los rencores y odios que todo conflicto bélico produce, y máxime si se trata de una confrontación civil, como fue la de 1936-1939. Por eso aún a riesgo de no conseguir el consenso de objetividad que se pretende, trataremos de hacer un esfuerzo de reflexión histórica de este particular e importante periodo de la historia de España.
La II República española recibe la herencia de una sociedad casi analfabeta, profundamente atrasada, con un posicionamiento público eclesiástico temeroso a las reformas republicanas, y una economía esencialmente agraria, salvo los polos industriales catalán, vasco, y algo en el entorno madrileño, pero que no dejaba de ser una sociedad básicamente rural, que tenía pendiente la reforma agraria para evitar los grandes latifundios, junto a cantidades inmensas de jornaleros en situación de mera subsistencia.
Heredó, igualmente un ejército decimonónico de tradición golpista, muy desproporcionado, y mermado tras los desastres de Cuba, Filipinas y del Norte de África. Al tiempo, que recibía un Estado en proceso de descomposición, donde todo el S.XIX fue un continuo conflicto, que llevó desde la invasión francesa, a los múltiples pronunciamientos militares, guerras carlistas (por el trono), pérdidas coloniales, y una absoluta desmoralización social, ni siquiera superada por el último intento primoriverista, que tensionó aún más los conflictos territoriales en la Península.
Por consiguiente, era un país en auténtica ebullición, que clamaba un cambio radical, y que como decía Stanley G. Payne (“El colapso de la República”) tenía pendiente una revolución social y política por hacer.
Esta herencia que recibe el régimen republicano, no pudo afrontarla en sus tiempos, entre otras cosas, porque como decía Stanley G. Payne muy pocos apostaron por la República, de entre los sectores políticos de la época, lo que llevó a que los pocos que sí apostaron por ella carecieran de suficiente autoridad para gobernar.
Así, si recorremos el arco político –en la tesis de Payne-, ni la derecha, ni la izquierda apostaban por la República. No la quería ni la extrema derecha –que veía en el modelo fascista su icono a imitar-, ni la derecha católica, tradicionalista, de natural monárquica. Pero tampoco la izquierda hizo una apuesta decidida por ella, desde el anarquismo ibérico, con sus atentados y sus tesis libertarias, a los planteamientos socialcomunistas cuyo modelo estaba en la Rusia soviética, que en aquel entonces se postulaba propagandísticamente como un modelo serio y justo de gobierno social. Pues las purgas estalinistas las conoció occidente bastante después. Y para la legión de descamisados, de trabajadores en precario, aquello era una meta de seguridad y de justicia de sus tradicionales reivindicaciones. Tampoco apostaron por la República los partidos nacionalistas catalanes y vascos, que tenían un proyecto independiente de España. Luego, ¿acaso fue suficiente que algunos políticos, de los cuales hubo notables catedráticos universitarios, y eminentes pensadores apostaran por la República en medio de un clima social violento, y turbulento con polarización de la sociedad española?. Evidentemente no lo fue, de ahí el desajuste que se fue produciendo hasta el golpe de Estado que dio paso a la tragedia española del S.XX.
Sin embargo, con el transcurso de los años, nos encontramos algunas de las fisuras que dividieron a la población española entonces, y que aún no se han resuelto consensuadamente, como lo requeriría la situación, tales son los cleavages sociales de tipo territorial (centro – periferia), pues aún está pendiente por cerrar el Estado de las Autonomías, el relativo a la laicidad del Estado (que con la Constitución se llevó a una situación de aconfesionalidad), que aún pervive de forma recurrente, especialmente cuando se tratan cuestiones que afectan a valores morales y educativos, y en parte la cuestión social sigue perviviendo aunque muy atenuada por la generación de una importante clase media, pero que puede emerger con virulencia si continúan creciendo los niveles de desempleo que actualmente se están dando como consecuencia de la crisis económica.

viernes, 10 de abril de 2009

LA GRACIA DE BERLUSCA


Estos días Italia vive conmovida por la tragedia del terremoto de L`Aquila, con varios centenares de víctimas, y una ingente destrucción; en tanto que los supervivientes del terremoto se ven en la obligación de vivir en unos improvisados campamentos, dada la profusión de réplicas del seísmo.
Pero al mismo tiempo, se cierne la sospecha sobre las causas de los grandes estragos del suceso, que se asocian a defectos en la construcción de muchos edificios de la zona, especialmente aquellos de la década de los setenta del pasado siglo, puesto que no han llegado a aguantar los efectos del seísmo, pese a que supuestamente contemplaban medidas antisísmicas en su construcción, y dada la intensidad del terremoto, deberían haber aguantado, en opinión de los técnicos. Motivo por el cual, la justicia italiana ha abierto una investigación, que previsiblemente no llegará a ninguna conclusión culposa.
Todo lo anterior, unido a la apreciada descoordinación y falta de eficacia de los efectivos de seguridad intervinientes, según se nos reporta por los medios que siguen el suceso, nos lleva a considerar, que por encima de la modernidad, de la eficacia del progreso, especialmente de uno de los países más ricos del mundo, subyace una subcultura de la picaresca, la indolencia y en cierto modo de la “dolce vita” que suele acompañar a muchos pueblos latinos, donde la previsión, la responsabilidad y la eficacia no suelen asociarse con las actuaciones públicas. Pues tales efectos son consecuencias de de esa cultura de la irresponsabilidad, del pelotazo, de la imprevisión, y del clientelismo que parasita lo público, al punto de esclerotizarlo.
Por todo ello, resulta aún más patética la conocida declaración de Berlusconi, que en su cargo de Jefe de Gobierno, compareció para frívolamente afirmar que los supervivientes que estaban en las tiendas de campaña podían imaginar que se encontraban de camping. Si bien, cuando alguien le hiciera recapacitar sobre su insultante estulticia, pretendió justificarla con la indicación que se trataba de provocar la sonrisa de los niños. ¡Lo que le importará la sonrisa de los niños…!. Esto suele suceder cuando acceden a puestos de gobierno personas con escasa sensibilidad social, como se ha puesto de manifiesto en muchas ocasiones, y que gobiernan desde el control de la imagen y de la información, en una confusión de empresas privadas y Administración Pública que caracteriza la actuación de Berlusconi, que le ha hecho rozar la legalidad en más de una ocasión.
Además, muestra la crisis del sistema demoliberal en Italia, que no ha sido capaz de regenerarse, tras los escándalos de Andreoti, o Craxi, y han dado lugar a que un empresario populista, gane reiteradamente las elecciones por sus tentáculos de prensa, ante la pasividad de una sociedad que languidece en el “mundo del consumo” y la mediocridad. Pero que tiene que pagar “su pecado” de mantener a esta clase política, por la pasividad social en que se encuentra, cuando llegan momentos difíciles como los del suceso en cuestión, o como los de la propia crisis económica mundial que nos envuelve.

domingo, 5 de abril de 2009

LE LLUEVEN CRÍTICAS A LA MINISTRA DE DEFENSA


Algún medio digital se ha hecho eco de una supuesta crítica de la oficialidad del ejército, por unas fotografías que han circulado de la Ministra de Defensa en un acto castrense, en el que se aprecia a la titular de Defensa conversando con el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo, mientras una capitán ayudante de la ministra le lleva el bolso y la gabardina a esta.
Parece, cuanto menos curioso, que cierto sector de la oficialidad del ejército considere poco menos que una afrenta de honor la actitud servicial de la oficial ayudante, tildándola de servilismo, por tratarse de una tarea impropia de un oficial del ejército. De nuevo la “honra calderoniana” aflora por importantes estamentos patrios, más pendientes de cuestiones formales que de fondo.
Como si no hubieran problemas técnicos y de fondo, en relación con la auténtica y necesaria dimensión de nuestro ejército, que desde que los gobiernos del PP –adelantando por la izquierda al PSOE- eliminaron el servicio militar, so pretexto de su profesionalización, que no parece que esté garantizada con contratos temporalmente limitados, a los que se incorpora gran parte de personas de otros países, que naturalmente poco o nada puedan estar comprometidos con los intereses españoles, más allá de lograrse una profesión temporal.
De manera que no se ha dado a conocer una auditoría seria del estado de nuestras fuerzas armadas en la actualidad, en solitario, y en relación con su integración en las fuerzas de la OTAN. Su capacidad técnica, y de respuesta rápida, y su distribución estratégica por el territorio nacional.
No se ha hecho un balance público de las ventajas e inconvenientes de la reducción de efectivos realizada sobre nuestras tropas, ni tampoco sobre la conveniencia operativa de tener contingentes en diversos conflictos fuera de nuestras fronteras. ¿O acaso no hay un límite de exportación de tropas, a partir del cual queda limitada nuestra capacidad de defensa nacional, auténtica función de nuestro ejército?.
Pero resulta de una especial frivolidad, este tipo de malestar, precisamente en unos momentos en que se está juzgando un lamentable suceso que afecta al ejército, como es el caso del Yak 42, donde parece que los responsables de la identificación y repatriación de cadáveres no estuvieron a la altura de las circunstancias, como tampoco lo estuvieron los encargados del flete del vuelo accidentado, según resultó publicado en su momento.
Por todo ello, ni a la Ministra de Defensa se le puede criticar por el encargo o por acceder a la solicitud de su ayudante en llevarle el bolso y la gabardina, ni a la oficial ayudante se le debe reprochar su cordialidad y gesto de servicio con su jefa. ¿O acaso tendríamos que ver mal que los ayudantes militares del Rey, le lleven los papeles de los discursos, se los entreguen y recojan, e incluso le ajusten la silla cuando se sienta o levanta?. ¿En la milicia, lo importante, no era servir y obedecer?. ¡Qué cosas…!.


Foto: El Confidencial Digital.