martes, 18 de febrero de 2014

EL OBISPO DE TANGER DENUNCIA COMO ANTIEVANGÉLICA A 13TV


La 13 TV –cadena de la Iglesia Católica en España- desde el inicio de sus emisiones está teniendo un perfil editorial e informativo muy sesgado e inclinado hacia la derecha política y sociológica española, algo que no sólo no representa el sentir de la Iglesia en su totalidad, sino que tampoco es fiel al evangelio de Cristo para ser consecuente con una cadena televisiva de la Iglesia.
Tanto los informativos del canal de televisión, como las tertulias de análisis político y de actualidad, tienen una escandalosa inclinación hacia la derecha conservadora española, postulándose no pocas veces de manera abierta por la línea política del PP, sobre la que arteramente se suele construir el número y tipo de invitados a las tertulias, en las que otras opciones y sensibilidades políticas o están ausentes permanentemente o apenas se les da cabida más allá de lo meramente testimonial, para simular una pluralidad inexistente en la práctica de los programas.
Tal es así, que el otras cadenas de televisión y radio de sensibilidades distintas y distantes a la cadena de los obispos, hablan de 13TV (comparándola con Intereconomía, más inclinada a la derecha conservadora, y a Es Radio) como el “TDT Party”, en clara alusión al Tea Party americano (de porte ideológico ultraconservador en el ámbito cultural, y neoliberal en el económico), algo así como el eco mediático y social de esas ideas ultraconservadoras y neoliberales norteamericanas en nuestro país.
Algo que no es de extrañar, porque algunos de los periodistas de la cadena e invitados (en número proporcionalmente superior) se expresan por la liberalización pura y dura de la economía –cuando la desregulación de la misma ha dado lugar a crisis como la que estamos padeciendo, en medio de grandes estafas bancarias y financieras-. Señalan la conveniencia y necesidad de privatizar servicios públicos, entregándolos a la pública almoneda de los capitales especulativos para engordar sus ámbitos de negocios a costa de los ciudadanos, que veremos mermar el contenido y prestación de estos servicios públicos al pasar a manos privadas donde el único objetivo es el ánimo de lucro empresarial, en vez del interés general que ha de guiar la finalidad de todo servicio público, como son los casos de la sanidad y la educación, redundando en un empobrecimiento de la población, donde cada vez hay más pobres en número y auténtico nivel de pobreza, y otro grupo social poco numeroso cada vez más rico.
Es triste y lamentable que en una cadena televisiva de la Iglesia, que podría dar una palabra profética –como lo está haciendo el Papa y muchos cristianos- sobre los tiempos que vivimos y los auténticos cambios de valores sociales que urgen, y que bien podrían ser valores humanos –contenidos en el Evangelio-, en este “ágora católico” esté ausente del debate y del análisis la Doctrina Social de la Iglesia, la consideración del “bien común”, del “interés general” de la sociedad, en vez del puro y duro ánimo de lucro y análogos planteamientos individualistas del liberalismo y conservadurismo burgués, en vez de considerar la situación desde el personalismo filosófico de personalidades como Jaques Maritain, Romano Guardini, Henri de Lubac,  y Juan Pablo II, entre otros; o del personalismo comunitarista como Enmanuel Mounier, Nedoncele, Peguy, Martin Buber –desde el humanismo hebreo-, etc. O sobre todo el corpus de la Doctrina Social de la Iglesia con sus profundos contenidos.
Sin embargo, por el contrario escuchamos la “doctrina Merlos” de un joven y enérgico periodista que hizo un desafortunado alegato de los incidentes de los inmigrantes en la playa del Tarajal de Ceuta, en que murieron quince seres humanos de color, que con valentía ha denunciado el Obispo de Tánger –el franciscano Mons. Agrelo- como “línea antievangélica”.
La Conferencia Episcopal Española debería ir despertando de su prolongada siesta en la que viene sumida sobre su autocontemplación permanente, y mirar a su alrededor sobre el sufrimiento que está inflingiendo la crisis económica global, reflexionar a la luz del Evangelio los actuales “signos de los tiempos”, y tras ello actuar con urgencia solidaria en un entorno donde la caridad urge a predicar al auténtico Cristo, con valentía denunciando las estructuras de pecado instaladas en una economía falsaria, en unas relaciones sociales hipócritas y antinaturales, para ser así coherentes con la fe que se predica y que se ha de vivir, sin cuya coherencia nadie piense en acciones de evangelización. ¡Ya no cuela en este tipo de sociedad, desengañada, y hasta cierto punto desesperanzada….!.

Y sobre todo, por favor, hagan caso al valiente obispo norteafricano y cambien la línea editorial de 13TV, y de paso, también la de COPE Radio, adecuándolas a criterios más evangélicos, más abiertos a la pluralidad de nuestra sociedad, y a la línea posconciliar que se dio la Iglesia en el Vaticano II, aunque seguidamente se archivara durante varias décadas, por miedo, comodidad, o posiblemente por falta de auténtica fe.

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