domingo, 30 de diciembre de 2012

LLAMADA A “ARREBATO” DE RUBALCABA A LOS LÍDERES SOCIALDEMÓCRATAS EUROPEOS



Ante la profundidad de la crisis económica, social y política, que estamos viviendo, en la que las políticas neoliberales tampoco aciertan a sacar a los países de la crisis que el propio sistema capitalista las ha sumido,  el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha dirigido a los líderes socialdemócratas europeos para pedirles una reacción, una reformulación de sus políticas, para poder erigirse como alternativa a la tremenda crisis que amenaza al propio sistema político y económico de algunos países de la Unión, entre ellos España.
Además de esta forma intenta también Rubalcaba quitarse de encima el “san Benito” que le pusieron a los socialistas de ser los responsables de tan colosal crisis, que el PP iba a arreglar tan pronto llegara al poder, porque se trataba de una cuestión de confianza en el Gobierno de España. Discurso no sólo falaz, sino que se demostró absolutamente incierto con el paso de los meses, y la actuación de un nuevo gobierno –en este caso, del PP que ganó con mayoría absoluta abrumadora- pero que se quedó prácticamente colapsado entre los anuncios de medidas de reforma y las que seguidamente rectificaba o simplemente dejaba de aplicar, o los propios cambios de política entre las anunciadas electoralmente, especialmente en materia impositiva, o en los recortes de servicios sociales.
Pero no deja de ser una acción –la de Rubalcaba- que con aparentar cierto interés, no debería quedarse en mera cosmética, ya que se le podría volver como un boomerang. Pues además, Rubalcaba tiene una gran contestación interna en el propio PSOE que va perdiendo peso político e influencia territorial, de forma inusitada hasta el presente. Habiendo llegado a cosechar su formación los peores resultados de su historia reciente. Quedándole aún el Gobierno de Andalucía y Asturias, logrados por mayoría simple y de forma no muy estable.
Por consiguiente lo que viene a plantear Rubalcaba a sus colegas socialistas europeos, es algo que también tiene que hacer él mismo en su propia casa, conseguir un auténtico liderazgo político –que no ha logrado-,  presentando un programa político creíble, que recoja el clamor de la calle, de las clases media y trabajadora del país, que son los que realmente están pagando la crisis económica –por pura decisión ideológica de un PP entregado a las tesis neoliberales-. Un programa que habría de recuperar su originaria ideología laboralista-obrera, poniendo énfasis en la defensa del “Estado del Bienestar” (en fase de derribo por el PP), volviendo a recuperar la concertación social, que se respete la ley y los convenios colectivos, que se ajuste el hiperdimensionamiento de la burocracia política –que hasta ahora ni el PP ni el PSOE han mostrado interés en ello-, que se promueva una auténtica democratización de las Instituciones Públicas, Partidos Políticos y Sindicatos, abandonando el sistema de “control” por los aparatos de los mismos, que ha dado lugar a la gestación de la “clase política actual” desentendida del clamor ciudadano.
Habría que considerar que la Socialdemocracia europea, también en crisis haberse adaptado a un sistema de alternancia en el poder, postulando políticas centristas, cada vez más escoradas a la derecha, por pura aceptación del desarrollo del mercado en la configuración actual que le ha dado el capitalismo, y en tal situación, apenas se aprecian diferencias de proyecto político entre la derecha neoliberal y la socialdemocracia descafeinada que se nos oferta.
La socialdemocracia europea –y entre ella el PSOE- si quiere presentar una alternativa creíble, habrá de hacer seriamente sus deberes, empezando por reflexionar sobre sus raíces y sentido, aspirando a recuperar un profundo sentimiento social que defienda a la clase trabajadora, para lo cual habrá de presentar un programa alternativo para dar respuesta a las tesis neoliberales, en vez de adaptarse al marco ideológico y de hecho, con el sólo matiz de postular la defensa de los servicios públicos. Eso por sí sólo sería totalmente insuficiente y errado.
Ha de plantear una regulación del mercado, mediante la implantación legal de controles financieros que eviten la gran estafa mundial que dio origen a esta crisis. Establecer un marco fiscal progresivo y justo (eliminando las Sicav), regular un marco laboral de mínimo infranqueable sobre los derechos laborales y sociales de los trabajadores, evitando el deterioro que se ha producido, y en definitiva refundando un “Estado del Bienestar” que lleguen a blindarse en nuestras Constituciones nacionales.
Pero para ello hace falta liderazgo, valentía y honradez política. El primero se gana con un discurso claro y decidido; la segunda se expone diariamente en la defensa pública de las propias convicciones; y la tercera se demuestra cuando se abandone el maridaje entre la política y la gran empresa, pues no pocos políticos acaban retirados como consejeros de empresas con cuantiosas retribuciones. Y los propios partidos políticos suelen ser rehenes de la banca por débitos de créditos electorales y de diversa índole. Todo lo cual, impide lo anterior.
Por consiguiente, si Rubalcaba no quiere o no puede cumplir esos requisitos de partida, podría empezar por olvidarse de convocatorias europeas ad hoc; y desde luego, debería dar paso a otra gente del Partido capaces de articular una política coherente justa, alternativa real  de defensa ante las tesis liberalizadoras y desreguladoras que están en el origen de toda esta ruina. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario