jueves, 1 de septiembre de 2011

EL ERROR DE COHERENCIA DEL PSOE LE RESTA CRÉDITO POLÍTICO



La medida de reformar la Constitución de forma urgente, incluyéndole un tope de gasto, ha supuesto otro ajuste forzado que el gobierno socialista ha tenido que hacer en concesión a los mercados internacionales, pero que evidencia la existencia de fisuras internas de importante calado, que podrían llegar en algún momento determinado a una fractura, especialmente en las sensibilidades de izquierda más definida.
Particular importancia tiene la posición contraria y de beligerancia verbal del sector sindical del socialismo, encarnado en la UGT –que manteniendo la unidad de acción sindical habitual con CCOO- ha hecho públicas sus indisimulado disgusto por los reajustes económicos que sus compañeros en el gobierno han adoptado. Y ello debido a que pone de manifiesto una importante fisura en el socialismo español, que de seguir así podría llegar a acciones de protesta pública, con las nocivas consecuencias para la candidatura socialista en las próximas elecciones. Pues se evidenciaría que esta vez probablemente no le votaran sectores de los suyos, que se sienten huérfanos de una política de izquierdas, o al menos socialdemócrata, en defensa del “Estado del Bienestar”, que se ve languidecer por las estreches presupuestarias que se imponen tras cada embate especulativo de los mercados financieros.
Testimonio de esos desajustes, parecen haber sido las manifestaciones de algunos barones socialistas en el cónclave de Ferraz celebrado días pasados, y especialmente el malestar expresado por el candidato Rubalcaba, que de esta manera escenifica un distanciamiento del “quemado ZP”, y que se pudo entrever en el cruce entre ambos, en los pasillos del Congreso –captado por las cámaras de televisión- en que un Rubalcaba distante no se paró ante el cordial saludo del presidente Zapatero que hizo ademán de parar, pero que al ver que aquel seguía caminando so pretexto de tomar café, continuó su marcha con gesto de cierto asombro.
Todo ello nos lleva a que el PSOE está sufriendo un desgaste político sin precedentes por un error clave de estrategia, coherencia y honradez política. Ya que hace un par de años, cuando se atisbaba la crisis, el presidente Zapatero –en vez de negar la evidencia- debió de haber dado a conocer la situación al país. Incluso si realmente tenía presiones exteriores de mercados, gobiernos y de la UE para poner en práctica políticas económicas que no eran propias de su programa electoral, por ser de porte “neoliberal”; y en tal caso, en vez de aplicarlas, a medias, tarde, de forma “vergonzante”; debería de haber promovido elecciones anticipadas para que los ciudadanos nos hubiéramos pronunciado entre una opción liberal-conservadora (PP) y otra de tipo socialdemócrata (PSOE). De forma que el gobierno que hubiera salido de las urnas, en esa situación aplicara su política económica, sin presiones exteriores, asumiendo las consecuencias de tal decisión. En vez de acabar en una insustancialidad ideológica, perdiendo el guión de la agenda política que plasmara lo que los españoles hubieran decidido, no los mercados, ni nuestros acreedores externos. Pues esto último, supone una subversión de los valores políticos y democráticos.
Esa situación le hubiera evitado al PSOE el desgaste político que está teniendo, y el que se le avecina para la próxima cita electoral, además de haber mostrado una mayor coherencia ideológica, que es el aval de la credibilidad política. La “trilería política” supone jugar a corto plazo, desorientar a propios y extraños, y granjearse la desconfianza del cuerpo electoral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario