sábado, 23 de octubre de 2010

PIZARRO: ¿“ICONO DEL PP”?


Esta semana se está celebrando en Madrid la Convención regional del PP preparatoria del programa electoral de los próximos comicios locales y regionales del 2011, con la participación de la plana mayor del PP madrileño y nacional.
            Acto de reafirmación para consumo interno en el que se da aparente participación de la militancia en debates programáticos, que como casi siempre suele pasar están previamente elaborados por el “aparato del partido” que deja poco a la improvisación particular. Aunque se haya llegado a presentar este acto, por algún orador, como ejemplo democrático apertura del partido a la sociedad, frente al cierre del PSOE madrileño en sus primarias.
            Esta última afirmación, quizá sea más propia del entusiasmo escénico que de una seria reflexión, dado que al menos los militantes socialistas madrileños votaron su candidato, casualmente contra el decreto de la jerarquía, algo que en el PP aún está por ver.
            Por consiguiente, acto de trámite para calentar motores con la militancia de cara a implicarla en la próxima campaña electoral, que como ya sabemos en nuestro país, uniéndolas a las precampañas suelen ser periodos prolongados de varios meses.
            No obstante, llamó la atención la presencia del exdiputado popular Manuel Pizarro, quien fuera el “fichaje estrella” de Rajoy, al que utilizó como reclamo electoral para seguidamente prescindir de él, más allá de la ocupación de su escaño, y que posiblemente haya sido determinante en su reciente abandono del escaño. Sin perjuicio de que Pizarro se mostrara diplomáticamente agradecido, tanto en su marcha de la política activa, como en su presencia en esta Convención popular.
            Así no podemos sustraernos a ver a un “primer espada de la economía y las finanzas” postergado en la bancada del Congreso, después de haber debatido nada más y nada menos que con el mismísimo Ministro Solbes ante las cámaras de televisión en plena campaña electoral, lo que hacía pensar que iba a ser Pizarro el que liderara la política económica del PP, cosa que sorprendentemente no sucedió. Quizá las presiones internas, otros compromisos, la ambigüedad de Rajoy, algo no debió de quedar totalmente claro en el fichaje de este personaje, que tuvo tan corto recorrido político, pese a la presentación que del mismo se hizo, y que fue uno de los iconos populares claves de la campaña electoral.
            Lo lamentable es que se quedara solo en un icono, pues profesionales de esa talla no pueden ser relegados en el momento político actual.

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